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12 may 2009

Bullas, un pueblo líder en energía solar.



Bullas, un pueblo hasta ahora conocido por sus vinos, es un ejemplo de adaptación a las energías renovables. El huerto solar que empezó a funcionar en noviembre de 2007 genera el 21 por ciento del consumo total del municipio, lo que equivale al 42 por ciento del consumo de los hogares bullenses.



Según Fernando Sacristán, portavoz de Gehrlicher Solar, con la implantación de este huerto han dejado de emitir más de 8.000 toneladas de CO2 por año, poniendo su granito de arena al cumplimiento del Protocolo de Kioto.

Y ésta no es la única ventaja. Las placas solares se han instalado entre las lagunas de maduración de una depuradora que surte de agua al regadío de la zona. Esto permite compensar el 30% de su consumo eléctrico. Además, una parte de ese terreno es del ayuntamiento, y otra pertenece a varios propietarios del municipio.

Los beneficios se están invirtiendo en un taller de formación de energía solar y varias cocinas solares que se han instalado en el merendero del pueblo para evitar los incendios por hogueras mal apagadas. "Estas cocinas llevan a ebullición un litro de agua en seis minutos y concentran el calor únicamente en la zona donde se coloca el recipiente", recordó Sacristán.




Fruto de un acuerdo entre Gehrlicher Solar y la alcaldía del PSOE, este huerto lo gestiona Ecoparque Solar de Bullas, una empresa formada por 70 pequeños inversores murcianos y que da trabajo estable a 15 personas. Algo a tener en cuenta en una localidad que ha sufrido el parón de la construcción, comentó un lugareño.

La apuesta de este pueblo por la energía solar continúa. En estos momentos ya hay un proyecto de ampliación con el que pretenden doblar la cantidad de placas solares operativas en año y medio. Además, tienen intención de colocarlas en los tejados de los edificios públicos. Así, los colegios, los polideportivos, y el propio ayuntamiento tendrán en breve sus propias placas solares.

Según el portavoz de Gehrlicher Solar, "el impacto medioambiental de estos paneles es mínimo, ya que la instalación no es fija y cuando una se estropea se retira y punto. No dejan residuos en la tierra".

Una curiosidad: En este pueblo las ovejas se comen las hierbas que crecen alrededor de las placas. "Pero sólo las ovejas, que las cabras se comen los cables", puntualizó Sacristán.



WEB: http://www.bullas.es/
WEB: http://www.vinosdebullas.es/
WEB: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/07/ciencia/1241689875.html

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