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14 oct 2009

Bioetanol a partir de aguas residuales.


Las aguas residuales cada vez cobran mayor atención. Por aquí hemos visto ejemplos de aprovechamiento como el de recuperar el calor del agua residual procedente de la ducha, producir hidrógeno o biogás, o su tratamiento y reutilización para riego. Un verdadero “oro negro” que en los últimos años se ha utilizado para crear electricidad, fertilizantes, comida para peces y gasolina.

Ahora dos empresas (una americana y otra israelí) acaban de unir sus tecnologías y esfuerzos para convertir las aguas residuales en etanol. El protagonista del hallazgo es el microbio Q (en la foto), un organismo con forma de piruleta que descompone y convierte la materia procedente de las plantas en etanol de forma natural.

Applied Cleantech, una empresa israelí que se dedica al reciclaje de residuos y Qteros una empresa de Massachusetts especializada en el etanol celuloso, están combinando sus tecnologías para convertir las aguas residuales en biocombustible de etanol.

Hace seis años un grupo de investigadores de Applied Cleantech se dio cuenta del potencial de las aguas residuales como fuente de celulosa alternativa y diseñaron un sistema para recuperar la celulosa de las plantas de tratamiento de dichas aguas. Al tiempo que el flujo de agua llega al sistema, una serie de filtros separan los sólidos del agua. Unos tanques de suspensión filtran la arena del fango, y la mezcla resultante se seca y se prensa para formar una pasta. Esta pasta es la que se utiliza en el proceso como materia prima.

Jeff Hausthor, cofundador de Qteros y director de proyecto senior, afirma que se trata de un material por el que las instalaciones a menudo pagan para que sea retirado a los vertederos o usado como fertilizante. “Puesto que esta materia prima tiene un coste negativo, va a hacer que todos los municipios ahorren dinero al mismo tiempo que generan energía a partir de algo de lo que hasta ese momento tenían que deshacerse”

Qteros ha estado empleando esta mezcla como alimento para sus organismos productores de etanol, el microbio Q, una bacteria que de forma natural se alimenta de material de plantas y fermenta la celulosa en etanol utilizando sus propias enzimas. Los investigadores descubrieron que el microbio Q producía de 120 a 135 galones de etanol por cada tonelada de mezcla de desechos, en comparación con los 100 galones de etanol por cada tonelada de materias primas convencionales como el rastrojo de maíz.

Los resultados parecen alentadores: “Hemos alcanzado un punto en el que sabemos que a Q le gusta la Recilosa,” afirma Hausthor. “Sabemos qué tratamiento previo hay que darle al material para que esté listo antes de que Q se lo coma, con cuchillo y tenedor, y nos sentimos a gusto con el nivel en el que estamos a nivel técnico.”

Las compañías tienen planes para otorgar licencias de uso de la tecnología a plantas de tratamiento de aguas residuales y municipios. Qteros también acaba de anunciar la localización de una planta piloto de 3,2 millones de dólares en la parte oeste de Massachusetts donde la compañía explorará nuevas formas de dar tratamiento previo a las materias primas para prepararlas antes de que el microbio Q las convierta en etanol. Finalmente, Qteros querría construir una planta con una biorefinería integrada donde la compañía expondría al microbio Q ante una serie de material primas para producir etanol a una mayor escala.






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