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23 oct 2009

El hombre que salvó Doñana


España saldó la deuda que arrastraba desde hace 50 años con el suizo Luc Hoffmann, de 86 años. El naturalista recibió en Madrid la Encomienda de Número de la Orden de Isabel la Católica, una de las mayores distinciones de España. Hoffmann fue, junto a José Antonio Valverde, uno de los responsables de que Franco no pudiera llevar a cabo su plan para desecar las marismas del Guadalquivir.

Para ello, como recordó Luis Mariano González, de Medio Ambiente, "puso en 1960 ocho millones de pesetas [48.000 euros] para comprar fincas y evitar el desastre inminente que suponía el plan de desecación de las marismas y la plantación de eucaliptos". En Doñana aplicó el sistema de compras que antes había realizado en la Camarga francesa. Allí fundó un centro de investigación de ecosistemas.

Josep Puxeu, secretario de Estado de Agua, le impuso la distinción -que premia "comportamientos extraordinarios de carácter civil"- y destacó que el naturalista "se enfrentó a un régimen no democrático para preservar el mejor humedal de Europa". Hoffmann no sólo extendió el talón con el que compró 4.000 hectáreas que cedió al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), sino que organizó en Jerez un congreso para que científicos europeos conocieran las marismas del coto y se unieran a su defensa. La presión hizo al Gobierno abandonar sus planes. En 1969, declaró Doñana parque nacional.

Hoffmann heredero de la familia de los laboratorios Hoffmann-La Roche (hoy Roche), también fundó la organización WWF y en 1971 el convenio Ramsar para proteger humedales, el primer acuerdo internacional sobre medio ambiente.

Ante lo más representativo del ecologismo español, ayer recordó cómo en Doñana se "contagió del virus español". El presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, resumió: "España es uno de los países que más le debe por salvar las marismas de Doñana. Bienvenido sea este homenaje. Nunca es tarde".





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