Por primera vez un europeo es responsable máximo, en órbita, de las operaciones cotidianas de la Estación Espacial Internacional (ISS), de la seguridad de la tripulación y las instalaciones, así como de organizar el trabajo en la base.
Es el comandante Frank De Winne, astronauta de la Agencia Europea del Espacio (ESA), que ha asumido el cargo este fin de semana, al regresar a la Tierra el ruso Gennady Padalka, su antecesor al mando. Hasta ahora, y durante los casi nueve años transcurridos desde que, en noviembre de 2000, llegó la primera tripulación a la ISS, se han turnado estadounidenses y rusos en el puesto de máxima responsabilidad. De Winne, belga, de 48 años, llegó a la base orbital el pasado 29 de mayo, a bordo de una nave rusa Soyuz, y permanecerá en órbita hasta el próximo 1 de diciembre.
Los tripulantes de la ISS ahora son, además del comandante: Jeff Williams y Nicole Stott, ambos de la NASA; los rusos Roman Romenenko y Max Suraev, y Robert Thirsk, de la Agencia Espacial Canadiense.
De Winne es militar, ingeniero y piloto. Entró a formar parte del destacamento de astronautas de la ESA en 2000. Había estado ya trabajando en la ISS con anterioridad, durante una misión de 11 días en 2002.
La ISS tiene desde el año pasado un módulo europeo de laboratorios, el Columbus. Además también en 2008, la ESA cumplió con éxito el primer vuelo de su nueva nave automática de transporte espacial, el carguero ATV. Estos dos programas son las aportaciones esenciales de la ESA a la estación espacial, y su pleno funcionamiento explica el hecho de que ahora haya, por primera vez, un comandante europeo a bordo.
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