La Fundación Altran ha presentado este lunes un sistema de almacenamiento natural de CO2 mediante la utilización del bambú para construir material de construcción que permitiría edificar viviendas sostenibles rápidamente y crear una nueva fuente de negocio para los países productores subdesarrollados.
La captura de CO2 mediante el uso de bambú como elemento constructivo es el proyecto ganador del premio 2008 de la Fundación Altran para la innovación, con el que se pretende disminuir la concentración de CO2 en la atmósfera de forma natural y permitir la apertura de una fuente de negocio para los países productores, fundamentalmente países subdesarrollados.
Su creador, Francisco Gallo, ha explicado en rueda de prensa que el sistema supone la transformación de la caña de bambú en un material moldeable con el que construir elementos prefabricados modulares que permitan el levantamiento de edificios con gran rapidez.
Beneficiar a los países productores
Gallo asegura que "el bambú absorbe un 30% más de dióxido de carbono que las especies de coníferas empleadas habitualmente en la construcción", y ha añadido que el proyecto pretende el desarrollo de una industria del bambú cuyos beneficios repercutan directamente en la población productora.
El inventor apunta que los límites en los que crece el bambú gigante coincide con las fronteras de numerosos países tropicales subdesarrollados que encontrarían en esta planta una nueva fuente de ingresos, además de una forma natural y rápida de construir sus propios edificios de hasta cinco alturas.
La primera vivienda tipo construida con bambú se levantará en la ciudad colombiana de Pereira a mediados del 2010, cuando también estará listo otro prototipo que los impulsores de la Fundación Altra confían que se sitúe en Barcelona, donde también se han construido otros diseños de viviendas sostenibles.
Gallo apunta que la captura de CO2 es un "desafío tecnológico y económico" caro si se realiza de forma artificial, por lo que propone aprovechar los métodos naturales existentes como la captación de dióxido de carbono que realizan las plantas como parte de sus funciones vitales.
Aunque el precio inicial de las viviendas de bambú será superior al de las habituales de hormigón, el ahorro de energía compensa el gasto inicial y será más competitivo cuando se comercialicen "de forma inmediata" a gran escala, apunta el creador.
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