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30 nov 2009

Una pintura protege a los navegantes de los intrusos



Si a pesar de contraseñas y conexiones encriptadas la seguridad de la red doméstica o de un negocio en Internet sigue siendo un quebradero de cabeza para su dueño, la solución es sencilla: basta con una mano de pintura. La compañía estadounidense EM-SEC Technologies y el departamento de Química de la Universidad de Tokio han desarrollado sendos recubrimientos cromáticos que, aplicados en la pared, previenen de los robos de señal inalámbrica por parte de vecinos gorrones o de los ataques de piratas informáticos.

La ya bautizada como pintura antiwifi que costaría en torno a 11 euros el litro está elaborada con un pigmento a base de óxido de hierro y aluminio, capaz de bloquear hasta el 90% de la energía emitida al exterior por una red inalámbrica. A pesar de que aún se encuentra en fase de pruebas, sus creadores aseguran que podría llegar al mercado en los próximos meses.

En EM-SEC Technologies son conscientes de que la mayor parte de los usuarios de Internet no se preocupa de configurar su router para asegurar su conexión y de que incluso las redes inalámbricas con contraseña pueden ser vulneradas por hackers expertos en cuestión de minutos. Algo que, según el vicepresidente de EM-SEC Technologies, Pete Hernández, se podría evitar con su colorido blindaje.

Hernández asegura que su pintura será como cualquier otra: "Se puede aplicar con brocha, rodillo o un spray y se seca en sólo unas horas. Según las capas que se apliquen, este novedoso cortafuegos puede anular las emisiones en distintas bandas de frecuencia".

El bloqueo de las señales exteriores, como las de los teléfonos móviles, en cines o teatros, donde pueden arruinar el espectáculo, es el otro uso principal de la pintura antiwifi.

El investigador de la Universidad de Tokio Shin-ichi Ohkoshi, responsable del producto, asegura que, a pesar de que este no está aún a la venta, han recibido un pedido de una gran compañía de exhibición estadounidense que desea utilizarlo en sus salas comerciales. "Los teléfonos móviles actuales trabajan con unas frecuencias muy bajas, pero nuestra pintura es capaz de absorberlas. De esta manera, las molestas llamadas durante las películas dejarán de ser un problema", presume Ohkoshi.

Las posibilidades futuras del compuesto podrían llegar a la ropa y ya se está trabajando en un tinte que "proteja a niños y embarazadas" de las emisiones. Quizá dentro de unos años, el bolsillo del pantalón no sea el mejor lugar para llevar el teléfono móvil.



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