Los circuitos de proceso de datos en los ordenadores son estáticos. Como ventaja comparativa, en nuestro cerebro, estos mismos circuitos de procesamiento de información --las neuronas-- evolucionan continuamente para resolver problemas complejos. El trabajo se describe en la publicación Nature Physics.
Ahora, un equipo internacional de investigadores del National Institute of Information and Comunication Technology, de Japón, y la Universidad Tecnológica de Michigan ha creado un proceso similar de evolución en el circuito de una base orgánica molecular que puede resolver problemas complejos. Esta es la primera vez que se produce un circuito evolutivo a semejanza de los que forman el cerebro.
Su procesador puede producir soluciones a problemas cuyos algoritmos resultan desconocidos en los ordenadores, como las predicciones de desastres naturales o brotes de enfermedades. Para probar esta característica única, han imitado dos fenómenos naturales en la base molecular: la difusión del calor y la evolución de las células cancerosas.
Por si fuera poco, este procesador molecular se cura o repara si hay un defecto. Esta notable propiedad de auto-sanación proviene de la capacidad de autoorganización de la molécula. Ningún equipo existente producido por el hombre tiene esta propiedad, pero este particular cerebro de diseño lo hace: si una neurona muere, otra neurona se hace cargo de su función.
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