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14 feb 2011

Crean una torre de tenefonía móvil que cabe en el bolsillo

Las empresas Pico Chip y Ubiquisys crean unos pequeños dispositivos USB, que sustituyen a los grandes transmisores y receptores de señales ubicados a kilómetros de distancia. Estos dispositivos son capaces de ofrecer, además de servicio a móviles, un acceso más rápido a Internet, y una alternativa al caro roaming internacional. Se trata de una forma contraída de los famosos femtocell que se están imponiendo en el mercado desde hace dos años. Por Gloria Navas.

La alternativa al gran transmisor-receptor a través del cual los teléfonos móviles pueden emitir su señal, ubicado a pocos kilómetros de distancia, estaba hasta el momento en la nueva tecnología femtocell . Esta tecnología consistía en una antena de telefonía móvil a escala reducida que solucionaba los problemas de mala recepción de la señal en el hogar. Además, cada vez eran más utilizadas como forma de aumentar las tasas de datos. No obstante, ya está cambiando esta tendencia y la señal puede ser suministrada por un dispositivo del tamaño de una memoria USB, según un artículo publicado por tecnologyreview.com

Estos nuevos dispositivos son una forma contraída de la femtocell, pues éstas son de tamaño similar a un módem de banda ancha de línea fija y su conexión requiere de alimentación propia, algo que desaparece con estos nuevo dispositivos.

Las empresas PicoChip y Ubiquisys , de Reino Unido, han sido las encargadas de desarrollar los USB de tamaño de bolsillo, que se conectan con los teléfonos móviles cercanos usando las mismas frecuencias que una torre convencional. Los gadgets, como se les llama a los dispositivo con un propósito y una función específica, de pequeñas proporciones, utilizan la conexión a Internet de un ordenador u otro dispositivo para conectarse de nuevo a la red móvil más amplia y retransmitir llamadas o datos. El de PicoChip es del tamaño de una memoria USB, mientras que el diseño de Ubiquisys es del tamaño de un pequeño teléfono móvil.

La idea de Ubiquisys de llevar femtocell través de las fronteras para evitar las tarifas de roaming beneficiará tanto a los clientes como a las compañías telefónicas. No obstante, aún hay que superar considerables desafíos regulatorios. "Los operadores deben ser capaces de garantizar que el dispositivo esté funcionando legalmente, y los reglamentos inalámbricos son muy complejos", afirma Kaul. "Serían necesarios unos cuidadosos acuerdos para cada país". Japón ofrece un ejemplo particularmente difícil: la ley exige que un ingeniero esté presente en la instalación de cualquier dispositivo tipo torre móvil, sin importar su tamaño. "Hoy día no habría forma de que el dispositivo de Ubiquisys pudiera operar allí", afirma Kaul.

Estos nuevos dispositivos son la estación base 3G “más pequeña del mundo", como afirma Andy Gothard, de PicoChip. En esta empresa se encargan también de proporcionar los chips incluidos en la mayoría de femtocell vendidas en todo el mundo, incluyendo el MicroCell de AT&T. PicoChip ha sido la responsable de crear las femtocell más pequeñas rediseñando el chip principal y reduciendo su consumo de energía a los 4,5 voltios suministrados por una conexión USB.

La generación más reciente de chips de PicoChip mide dos centímetros por un lado, y se fabrica con un proceso que crea características no menores de 65 nanómetros. La nueva generación es de sólo 12 milímetros cuadrados y está hecha con características que alcanzan los 40 nanómetros. Según Andy Gothard, "algunas compañías que ofrecen líneas fijas de banda ancha y televisión por cable se han mostrado interesadas”. Estas empresas podrían distribuir femtocell en nombre de un proveedor de telefonía móvil a cambio del pago por el uso de los dispositivos de Internet.

Por su parte, Ubiquisys, que ya proporciona femtocell a varias compañías, incluyendo a SoftBank en Japón, ha creado una femtocell alimentada por un USB que permite a los clientes eludir el alto coste del roaming en las redes internacionales. Funciona de forma muy similar al dispositivo de PicoChip, aunque viene con una funcionalidad adicional para hacer frente a la complejidad de las diferentes leyes del espectro inalámbrico en los distintos países.

"Una vez conectado a un ordenador, combina la escucha de las estaciones base más cercanas y la búsqueda de la dirección IP de la conexión a Internet para averiguar en qué país está", afirma Keith Day, vicepresidente de Ubiquisys. El dispositivo necesita saber donde está porque tiene que obedecer las leyes que rigen el espectro inalámbrico y evitar interferencias con otros dispositivos inalámbricos.

Paso adelante significativo

"Para cumplir con todo esto, pueden hacer sus emisiones sólo a un alcance muy corto", afirma Day, "tal vez menos de un centímetro". En este caso, el usuario debe poner su teléfono en la parte superior del dispositivo para mantener la conexión y usar un auricular o altavoz para hacer y recibir llamadas. Hasta ahora, se han desarrollado y probado prototipos que permiten a un teléfono europeo ser utilizado en los EEUU.

El director de práctica de redes móviles en ABI Research, Aditya Kaul, afirma que “tomar la estación base completa y ponerla en una memoria USB es un paso adelante significativo, ya que son dispositivos más baratos y más compactos, que pueden ser distribuidos a los clientes e instalados por ellos más fácilmente".


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