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23 mar 2011

Descubren la cerveza que alimenta como un filete


Tipos de cerveza hay muchos, pero la que ha encontrado el editor de prensa y bloguero J. Wilson, de Iowa (EE.UU.) es desde luego especial, tanto que le va a permitir pasar 40 días sin probar nada más a excepción de agua. Con razón los monjes alemanes que elaboraron esta cerveza, hace 300 años, la bautizaron como “pan líquido”.

Beber cerveza es para muchos una suerte de religión, pero no es el caso, desde luego, de J. Wilson. Lo suyo, aclara, no tiene nada que ver con el placer por el placer por el alcohol, ni con ningún tipo de celebración, sino una aventura espiritual de ayuno que entre otras cosas le permitirá acercarse más a la experiencia que vivían los monjes franciscanos. Aún así, qué duda cabe que la apuesta haría las delicias de muchos incondicionales del “jugo de cebada”.


Todo comenzó, según explicó Wilson a la CBS, cuando descubrió que unos monjes franciscanos alemanes elaboraron hace 300 años una receta de una densa cerveza que les permitía pasar la cuaresma sin tomar ningún sólido, y que bautizaron como “pan líquido”.

1.200 calorías con cuatro pintas de cerveza
Wilson quiere ahora comprobar que esta poderosa bebida es realmente suficiente para ayunar durante 40 días y 40 noches, desde el miércoles de ceniza hasta la Pascua, sin hacerle perder demasiado peso. Para ello, ha elaborado artesanalmente en su casa esta receta, utilizando la misma materia prima. El resultado es una fórmula casera que permite alcanzar las 1.200 calorías necesarias con sólo cuatro pintas.

“Esto no es una especie de proeza de un caballero tonto. Realmente tengo mucha curiosidad por vivir la experiencia de los monjes”, asegura Wilson, que relata paso a paso en su blog “Diario de un monje a tiempo parcial” cómo transcurre la experiencia, con frecuentes citas bíblicas y alusiones a las vivencias espirituales que le está reportando esta iniciativa.

Aunque un médico examinará diariamente su estado de salud para comprobar que no hay ninguna alteración, parece que por el momento los monjes dieron en el clavo. “Quizás es una intervención divina –escribe en su post del día 7- pero ya he engordado una libra más. Mi peso está ahora en 150,5 (68,3 kilos), lo que es lo mismo que decir que he perdido 10 libras en la primera semana. Psíquicamente, de nuevo, hoy fue un día excelente”.

Cuatro días después, su peso estaba estabilizado en las 149 libras (67,6 kilos).

Un “cristiano no confesional”
J. Wilson, casado y con dos hijos, tiene 38 años, escribe habitualmente sobre cerveza en su blog y es director del semanario Adams County Free Press. Se describe a sí mismo como un cristiano no confesional pero fascinado por la experiencia de los monjes alemanes del “pan líquido”.

“La idea me surgió hace un par de años y yo no le presté especial atención, hasta que mi mujer me hizo darme cuenta de la vida que llevaba entonces, trabajando 13 horas al día. Desde luego, no tenía nada que ver con la de un monje”, concluye J.Wilson.


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