Kno es una tableta masiva y de dos caras, un dispositivo pensado en exclusiva para la enseñanza que apuesta por un software propio y muy especializado. Ahora, también, es la ultima apuesta de Intel para tratar de meter un pie (esperemos que no la pata) en el mundo de las tabletas.
La compañía de Santa Clara ha comprado por 30 millones de dólares el negocio de hardware de la startup que creó el dispositivo y planea licenciar su fabricación a terceras empresas. Es decir, va a crear un paquete de procesador y componentes necesarios para que otras compañías (Dell, Acer, Samsung, etc...) fabriquen dispositivos compatibles con el software que, por ahora, seguirá en manos del equipo original de Kno. La web, de hecho, ya refleja este cambio y ahora la empresa parece centrada en el negocio de los libros de texto digitales, posiblemente con intención de llevarlos a otras plataformas.
La idea es arriesgada pero es una de las pocas opciones que tiene Intel si quiere expandir su procesador de bajo coste Atom mas allá de los ahora olvidados netbook. Ha intentado convencer sin éxito a fabricantes de telefonía móvil y observa con impotencia como los desarrollos de Apple, Hp o Google en el mundo de las tableras optan por la arquitectura rival ARM. También lo hará Windows, parece, en su nueva versión.
El nuevo producto encaja también con los esfuerzos de Intel en el mercado educativo, donde ha estado presente en los dos últimos años gracias a los ClassmatePC, una alternativa a los famosos OLPC (los ordenadores ultraeconomicos impulsados por Nicholas Negroponte).
Ahora bien, ¿qué posibilidades tiene Kno? Soy bastante escéptico, la verdad. Es otra de esas tabletas que vuelven a apostar por la metáfora del papel y el bolígrafo, pero sin aportar una solución a los problemas que normalmente dan este tipo de productos (por si no quedo claro en mi post del otro día a mi me gustaría poder escribir sobre las atletas pero siempre y cuando hubiese una buena herramienta para hacerlo). Entra en un mercado complicado en el que por ahora solo se están ensayando diferentes posibilidades y con diferentes grados de éxito.
Tal vez mas extraña es la multiplicidad de estrategias para un producto que debería atacarse con una visión muy precisa y simple. Ahora mismo Intel mantiene lazos difíciles de cortar con Microsoft, tiene su propia apuesta para sistemas operativos de dispositivos móviles (MeeGo) y ahora suma esta tercera pata. Demasiados frentes para una guerra tan seria y que por ahora parece quedar muy lejos.
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