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5 oct 2011

En tres años habrá más de 50 millones de genomas secuenciados


La Sociedad Española de Farmacogenética y Farmacogenómica (FEFF) ha anunciado que según sus cáculos habrá más de 50 millones de genomas secuenciados en menos de 3 años. La cifra actual ronda los 10.000 pero podría multiplicarse por cinco a finales de año, según se ha apuntado en Pamplona durante el V Congreso Nacional de la SEFF.


En el congreso la especialista norteamericana Eileen Dolan ha resaltado que "la citotoxicidad y apoptosis celular inducida por la quimioterapia son rasgos heredables". Y es que los genes hereditarios tienen un peso importante en las enfermedades posteriores.

Con estas nuevas tecnologías se facilita una rápida identificación de las personas con riesgo de sufrir enfermedades con una significativa carga hereditaria, posibilitando un diagnóstico más precoz.

Gracias a los progresos tecnológicos en el análisis molecular que esto supone, el abordaje de algunas enfermedades oncológicas se hace más predictivo y dirigido. Este avance ha sido posible tras la creciente incorporación de nuevos sistemas de secuenciación masiva que han abaratado los costes y agilizado la obtención de resultados.

Además, cada vez se conoce más el comportamiento del cáncer y la respuesta a los diferentes tratamientos. "Ya es posible en algunos casos seleccionar qué tumores y qué pacientes se benefician de los distintos tratamientos", expone la profesora Eileen Dolan.

Conxi Lázaro, del Institut Catal d'Oncologia de Barcelona, se muestra en la misma línea. "La secuenciación masiva es el futuro y ya lo tenemos a la vuelta de la esquina; probablemente en pocos años pasaremos a analizar todas las muestras a nivel genético utilizando esta aproximación", subraya.

Este avance en la tecnología del análisis molecular favorece la incorporación definitiva de un nuevo modelo en el manejo del cáncer. "Es una nueva forma de hacer medicina. Las decisiones terapéuticas están guiadas por los atributos moleculares de cada paciente", añade el oncólogo Eduardo Díaz-Rubio, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.


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