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2 nov 2011

El primer velero cien por cien limpio


En 1989, 13 marinos emprendían un viaje en velero alrededor del mundo. Lo hacían desde Les Sables d’Olonne –latitud 47 norte– y, por primera vez, no realizaron ninguna parada. La dura prueba de más de cien días, sin asistencia ni ayuda exteriores, ha venido repitiéndose desde entonces cada cuatro años. A la Vendée Globe se la conoce como el «Everest de la navegación» y parece ser el medio natural para el lucimiento de las naves Imoca open 60. Estos modelos deslumbraron al mundo en la BOC Challenge, una vuelta al globo en la que sí se admiten paradas. Y allí mismo surgió la idea de dar un paso más. Phillipe Jeantot, varias veces ganador, inventaba la primera vuelta de 24.000 millas sin paradas.


Imoca 60 se impuso a partir de 1986, cuando en la salida se posicionaron las cinco primeras naves de 18,28 metros de eslora (60 pies) y diseño en fibra de carbono. Tanto, que ahora son los reyes de las pruebas mundiales en solitario y a dos (la Vendèe y la Barcelona World Race) y tienen unas reglas en cuanto a tamaño y seguridad que, sin embargo, sí admiten libertad en el diseño. De ahí el término «open». «Aparte del tamaño y otros requerimientos de seguridad, como los compartimentos estancos o tener que pasar rigurosas pruebas de estabilidad, cada modelo está muy personalizado», explica Santi Serrat, director editorial de Barcelona World Race.

La prueba de 2012 contará con la primera de estas naves alimentada exclusivamente con energía limpia. Un competidor sin contaminantes y un nuevo paso de la innovación, tan unida, por razones prácticas, a este tipo de embarcación y pruebas en alta mar. «Desde el nacimiento de la navegación en solitario, se ha pensado en el autoabastecimiento. Poco a poco los barcos se han llenado de electrónica, desde la que gestiona la desalinizadora de a bordo, como los transmisores de vídeo o el piloto automático, tan necesario con vientos de popa en la navegación en solitario. Una gran demanda energética que podría ser suplida por energías totalmente limpias», explica Serrat.

Sol, mar y viento
El Acciona 100% supone una revolución en el mundo de la vela de competición, ya que no utilizará ni un solo litro de combustible, sino que se alimentará de energías limpias. Han sido dos años de investigación del departamento de I+D+i de la compañía y diez meses de construcción en Nueva Zelanda. «Es la dirección a seguir, el objetivo a medio plazo es que estos barcos suplan los motores diésel por energías autogeneradas», explica Serrat. El Imoca de Acciona ha sido equipado con tres tipos de captación de energía que le permitirá navegar en igualdad de condiciones con sus rivales, todos con motores de gasoil, y serán la fuente de energía para ordenadores, teléfono, luces y demás aparatos que tendrá que utilizar Javier Sansó, el capitán, durante la travesía. En los laterales y parte trasera del casco se han instalado paneles solares, con una superficie total de 12 m2, que brindan energía fotovoltaica al motor eléctrico. En popa, dos aerogeneradores de 350W cada uno proporcionan energía eólica. Y no muy lejos, dos hidrogeneradores aprovechan el movimiento del agua con una potencia de 400W.

Todo ello va a parar al motor y a las baterías de almacenamiento. En el hipotético caso de que las tres cosas fallaran, entraría en funcionamiento el sistema de emergencia alimentado por dos tanques de hidrógeno de 25 litros, que darían una autonomía de unas cinco horas a una velocidad media de cinco nudos. Nunca para mover la hélice precintada, como indica el reglamento de la competiciones con velero. Todo se puede gestionar desde la cabina de gobierno, sobre todo qué tipo de energía usar y con cuál recargar las baterías. Pero Acciona ha querido ir más allá y se ha asegurado ser una embarcación «cero emisiones» compensando las 115 toneladas de CO2 emitidas durante el proceso de fabricación con reducciones certificadas y procedentes de los parques eólicos de Anabaru y Arasinagundi en India. «Sólo presentar el barco es ya un orgullo», destaca Joaquín Molinedo, director de relaciones institucionales de Acciona sobre este proyecto.

Ecopowered tendrá a un patrón experto. A Javier «Bubi» Sansó y su equipo les espera un largo año de pruebas para poner a punto la embarcación, tras un periodo anterior en el que han tenido que hacer hasta seis prototipos con los que medir la capacidad aerodinámica y de comportamiento en el Canal de Ensayos de El Pardo. Antes de la Vendée Globe 2012, la vuelta al mundo sin escalas, competirán en la Vuelta a Europa, aunque la intención es navegar lo máximo posible antes de la gran prueba de fuego que supondrá la Vendée. «Me gustaría hacer entre diez y veinte mil millas», comentó Sansó durante la presentación del Acciona que tuvo lugar en el Puerto de Barcelona. «Se convertirá en un referente. Es algo que mucha gente había pensado y que Acciona ha hecho realidad», destacó Sansó durante la botadura.


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