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19 dic 2011

Los tratamientos con células madre son más rentables que los convencionales

El uso de células madre para tratar determinadas patologías suele ser tan eficaz y, en algunos casos incluso más, que los tratamientos con fármacos disponibles en la actualidad. Esta conclusión, basada estudios clínicos preliminares, se ha presentado en la reunión técnica de RedTercel dedicada este año a analizar la situación actual de la producción celular para su uso clínico.




El tratamiento con terapia celular parece ser más rentable “porque muchas veces se propone a pacientes en los que el tratamiento convencional no ha tenido éxito”, indica María Eugenia Fernández, directora técnica de la Unidad de Producción Celular del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Además, el coste de obtener estas células se ha reducido en los últimos años. “En 2006 un tratamiento con células en la industria privada costaba unos 24.000 euros y en la actualidad los precios ascienden a los 4.000 euros”, recuerda Mariano García Arranz, de la Unidad de Terapia Celular del Hospital Universitario de la Paz.

La cantidad varía de dependiendo del tipo de células y del laboratorio o la unidad de producción que los fabrique. “Esta reducción se ha producido porque existen más laboratorios ofertantes y por la amortización de parte de los gastos iniciales”, concluye García.

Seguridad para producir células

Desde el año 2004, las células son consideradas un medicamento. Para disponer de ellas a pequeña o gran escala es necesario producirlas en instalaciones acreditadas bajo condiciones muy específicas denominadas Good Manufactura Practice (GMP). También se necesita un permiso individualizado de las agencias reguladoras, lo que garantiza la seguridad del producto celular.

Dependiendo de la fuente de la que se obtienen las células madre o del uso clínico que se vaya a hacer de ellas existen diferentes tipos de producción celular. Habitualmente las que se obtienen son células madre adultas mesenquimales que provienen la médula ósea y el tejido adiposo, aunque también pueden adquirirse del cordón umbilical o de la membrana amniótica.

García Arranz explica que “si un laboratorio decide aislar, por ejemplo, células mesenquimales de la médula ósea para el tratamiento de una patología específica debe obtener la autorización para este tipo celular específico dentro de un protocolo determinado y para ese laboratorio concreto”.

El experto subraya que si se quisiera usar de nuevo ese procedimiento para otro tratamiento diferente dicho laboratorio tendría que pedir autorización para todo el proceso de nuevo.


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