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7 sept 2012

Reducir la tensión arterial con vino tinto sin alcohol

A finales de los años 90, la llamada paradoja francesa abrió la caja de Pandora. Dos investigadores descubrieron que los franceses tenían una menor mortalidad cardiovascular, a pesar de su dieta alta en grasas, según parecía, a su consumo de vino. Desde entonces, mucho se ha estudiado del vino tinto y sus efectos en la salud cardiovascular. Ahora un estudio publicado en la revista científica 'Circulation' de la Asociación Americana del Corazón ha dado un paso al frente. Esta vez, con el vino tinto sin alcohol.

El nuevo estudio revela que beber vino tinto sin alcohol reduce la tensión arterial en hombres con problemas cardiovasculares. Eso sí, "de momento, sólo en hombres", recalca a ELMUNDO.es Ramón Estruch, médico del servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona y uno de los investigadores de dicho estudio. "Más adelante estudiaremos si tiene el mismo efecto o no para las mujeres", afirma.

La clave: los polifenoles

La muestra constó de 67 hombres que tenían diabetes o más de tres factores de riesgo cardiovascular. A todos se les administró la misma dieta durante cuatro semanas. Lo único que cambió fue la ingesta de bebida: vino tinto sin alcohol para unos, con alcohol para otros y ginebra para el resto.

Los resultados mostraron que los participantes que bebieron vino tinto sin alcohol fueron los que más redujeron la tensión. Exactamente, 6mmHg en la tensión sistólica (la más alta) y 2 mmHg en la tensión diastólica (la más baja).

En el grupo de vino tinto con alcohol, redujeron muy poco su presión arterial, y el grupo que tomó ginebra no experimentó ningún cambio. El motivo: los polifenoles. El vino se compone, explica Estruch, principalmente de alcohol y polifenoles, y tanto el vino tinto con alcohol como el 'sin' tienen la misma cantidad de polifenoles, pero "el alcohol contrarresta el efecto para que disminuya la presión arterial", aclara Estruch.

Otros efectos del vino

El principal interés de este estudio, explica la dietista y nutricionista Gemma Chiva Blanch, también del departamento de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona y otra de las investigadoras del estudio, fue determinar qué sustancia o sustancias eran las que producía efectos positivos en la salud cardiovascular de los hombres con factores de riesgo cardiovascular. "Investigaciones anteriores demostraron que el consumo moderado de vino tinto (dos copas para los hombres y una para las mujeres) tiene efectos positivos para el colesterol y la aterosclerosis", afirma la experta, sin embargo "para reducir la presión arterial es el vino tinto el que produce estos efectos".

Por tanto, con estos resultados en la mano, Chiva Blanch concluye, siempre con población sensible a la hipertensión, que es el vino tinto moderado el que produce efectos positivos en el colesterol y en la aterosclerosis, y el sin alcohol en la reducción de presión arterial, y también en la aterosclerosis. Otros de los efectos del 'sin', añade por su parte Estruch, son: la mejora en el perfil de lípidos, en el metabolismo del azúcar y su efecto antioxidante. No obstante, matiza que "siempre aconsejamos el vino dentro de un patrón de dieta mediterránea y ejercicio".

"El estudio está muy bien diseñado, pero el inconveniente es la muestra tan pequeña que tiene", asegura por su parte Vicente Bertomeu, presidente de la Sociedad Española de Cardiología. Explica que el principal resultado de este estudio es que el vino sin alcohol disminuye la tensión arterial de pacientes con riesgo cardiovascular, pero lo mejor sería bajar dicha tensión con ejercicio físico, dieta saludable y sobre todo con "hábitos higiénicos-dietéticos". Pero "estos resultados hay que tenerlos en cuenta, pues es un estudio prometedor", sentencia el doctor.


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