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28 nov 2012

Un afgano inventa un desactivador de minas eólico [Video]

Con un coste máximo de 50 euros por prototipo y compuesto de decenas de cañas de bambú, Masud Hasani busca fondos para llevar su idea a Afganistán, donde vivió hasta los 14 años. Masud Hasani vivió en Qasaba (Kabul) hasta los cinco años, aunque no fue hasta los 14 cuando abandonó el país definitivamente. 




De su niñez recuerda especialmente dos hechos: cómo construía con su hermano sus propios juguetes rodantes que se movían con la fuerza del viento y cómo los perdían una y otra vez cuando cruzaban los campos sembrados de minas que se extendían por la región.

Hoy tiene 29 años y juntando esas dos imágenes ha desarrollado su proyecto de final de carrera para la Academia de Diseño de Eindhoven (Holanda), donde reside actualmente. Se trata de Mine Kafon, una réplica 20 veces más grande de aquellos juguetes de su infancia que, siguiendo la misma mecánica de movimiento, ayudará a despejar los campos de minas.

"Muchos niños juegan junto a campos de minas en Afganistán y terminan heridos,  aunque ellos nunca han sido los enemigos para los que se construyeron las minas; sentía que tenía que hacer algo", explica Hasani, indignado porque "nadie quiere decir cuántas minas hay enterradas aún, pero en Afganistán hay más de 10 millones".

Mine Kafon es una especie de bola gigante de unos 190 centímetros de diámetro construido con decenas de brazos de cañas de bambú, capaz de rodar impulsada únicamente por la fuerza del viento y explosionar a su paso las minas enterradas, absorbiendo el impacto y pudieron continuar su trayectoria. Su peso de 70 kilogramos le confiere la suficiente ligereza para moverse con una brisa y, al mismo tiempo, activar los explosivos.

Con cada detonación, Mine Kafon pierde algunos de los brazos de su estructura que pueden ser sustituidos no sólo de manera sencilla sino también económica, puesto que Hassani estima que el costo total de un prototipo se mueve en la horquilla de los 40 a 50 euros, una cifra muy alejada de los 1.200 dólares que puede llegar a costar desactivar un área con técnicas convencionales, según indica el inventor.


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