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26 dic 2012

Vida a más de 3.000 metros bajo el hielo de la Antártida


Primero fue Rusia, luego el Reino Unido y el próximo año será Estados Unidos. La última frontera en busca de vida extrema está en el hielo de la Antártida, el continente blanco. Varias expediciones científicas buscan formas de vida extrema en los centenares de lagos subglaciales que se esconden bajo una gruesa capa de hielo. Su agua se mantiene en estado líquido gracias al calor emitido por las rocas que yacen debajo. Y, lo más importante, ese agua líquida se ha mantenido aislada durante miles de años. De ahí el interés científico por profanar esa pureza en busca de vida microbiana.


Los biólogos creen que su prolongado aislamiento podría haber promovido que la vida microbiana evolucionase de forma diferente al resto del planeta.

Hace un año Rusia emprendió este viaje al mundo escondido de la Antártida, perforando el Lago Vostok. La misión fue un éxito, aunque los resultados aún no se conocen. El agua recuperada, inmediatamente después de culminar la perforación, estaba contaminada con los lubricantes y anticongelantes empleados para hacerla. Los 30 litros obtenidos están congelados a espera de su estudio.

Ahora una nueva expedición, esta vez británica, se ha lanzado a la misma misión en otro lago subglacial, en el Ellssworth. Esta bolsa de agua está escondida bajo una gruesa capa de hielo de 3.400 metros.

Perforación con agua caliente
Los científicos británicos trabajan en la zona desde el pasado 12 de diciembre. Su objetivo es abrir un camino que les permita analizar el agua que quedó atrapada hace medio millón de años. Los trabajos de perforación no serán como los de una plataforma petrolífera. En lugar de taladrar el hielo, la expedición británica «cortará» el hielo con agua caliente. Para hacerlo cuentan con una manguera de alta presión, diseñada especialmente para este proyecto y un chorro de agua caliente cercana al punto de ebullición.

Los trabajos empezaron hace dos semanas pero se tuvieron que paralizar por problemas con el calentador de agua, un hervidor gigante que necesita un pequeño componente electrónico para seguir adelante con la misión. La pieza llegó al Polo Sur tras un largo viaje de 15.000 kilómetros. Si todo funciona esta semana el equipo británico podrá reanudar los trabajos. Si con la nueva pieza no bastara para arreglar el problema, la expedición tendrá solo un mes para llevar a cabo su trabajo, antes de que entre el invierno austral.

A la caza de extremófilos
Hallar vida en condiciones tan extremas como la del lago Ellssworth puede dar pistas sobre la vida en nuestro Planeta. Más información sobre los extremófilos, esos microorganismos que son capaces de sobrevivir en condiciones casi imposibles para la vida como la salinidad, oscuridad y temperaturas extremas. No hallarlos tampoco sería decepcionante para los investigadores de la misión británica. No encontrar nada también sería significativo porque definiría los límites en los que la vida no puede existir en el planeta.

El lago Ellssworth también ayudará a formar teorías sobre la vida en entornos muy duros fuera de la Tierra y dentro de nuestro sistema solar.. Lugares como Europa, una de las lunas de Júpiter y, por qué no, bajo el hielo de Marte, donde algunos astrobiólogos están convencidos de que puede haber alguna forma de vida.

«El experimento que estamos realizando es similar al que se podría hacer para buscar vida en la luna Europa, donde sabemos que hay una corteza de hielo y un océano bajo ella», señaló a Efe el director del proyecto, el geólogo Martin Siegert. «Si hay vida en Europa debería estar en unas condiciones similares a las del lago Ellsworth: una oscuridad total, una presión muy elevada..., y utilizaría procesos químicos en lugar de la luz solar para proporcionar energía a sus procesos biológicos», explicó.


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