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11 jun 2013

¿Cómo se dedica un libro digital?

El libro digital comprende un capítulo que plantea nuevos retos en el ámbito literario, como la posibilidad de que los autores puedan firmar ejemplares en formato electrónico.
La literatura digital tiene sus defensores y detractores. Una de sus ventajas es que se pueden almacenar miles de libros en un solo soporte. Pero también hay inconvenientes: no es frecuente ver en ferias literarias a escritores dedicando 'ebooks'. Autores y público se plantean nuevas fórmulas para la firma de ejemplares digitales.



Aplicaciones como Autography, un sistema de dedicatoria pendiente de patente creado en St. Petersburg (Florida), resulta válido para la práctica totalidad de libros y tabletas que hay en el mercado. Este sistema permite la firma de libros, fotografías y, además, permite compartir archivos en redes sociales.

También existen bolígrafos de tinta digital, dispositivos electrónicos que sirven para escribir sobre la pantalla, como el ipen, pensado para los ipad de Apple.

Esteban Navarro, escritor residente en Huesca, es uno de los autores españoles que más vende en internet aunque, por el momento, no se plantea firmar su obra editada en ebook: "En principio, no dedico los libros digitales, solo lo hago con el libro el papel. Sé que se están experimentando formas de hacerlo, pero todavía no hay un sistema sencillo y práctico".

Navarro explica que "algunos autores lo que hacen es pedir al lector que demuestre la compra mediante el envío de una fotografía del libro en el ebook o un recibo de que lo ha comprado". Una vez demostrado, envían un archivo  en formato 'pdf' personalizado con el ebook al lector, incluyendo al inicio o al final una mención. Sin embargo, este sistema le parece "bastante tosco, lento y poco útil si tienes muchos lectores".

Un escritor que utiliza este método es Marc R. Soto, que explica detalladamente desde su página web los pasos para conseguir sus libros digitales dedicados.

En opinión de Esteban Navarro, el futuro de la dedicatoria digital pasa más por el hardware: dotar a los lectores digitales de sistemas que faciliten la firma, "algo así como una cámara donde el autor y el lector puedan hacerse una fotografía e incluirla en el libro", sugiere.

Esta nueva revolución tecnológica acabaría con algunos libros que se encuentran en rastros y tiendas de segunda mano; ejemplares firmados, y desechados por sus dueños. Pero eso también tiene su encanto literario.

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