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21 nov 2013

La cantidad de hierro en sangre se puede medir con el móvil.


Investigadores de la Universidad de Burgos han desarrollado un material inteligente que cambia de color según el hierro que lleve un fluido, sea agua, vino o suero sanguíneo. Después, si se fotografía el resultado con una cámara digital, como la de los móviles, se puede cuantificar la concentración de este metal sin necesidad de análisis químicos.



Saber si una persona tiene déficit o sobrecarga de hierro en sangre pronto se podría detectar con un simple pinchazo en el dedo y un móvil. Solo hará falta algún dispositivo que separe el suero sanguíneo y la lámina que acaban de inventar químicos de la Universidad de Burgos.

José Miguel García, catedrático de la Universidad de Burgos y autor principal del trabajo explica que “Se trata de un material polimérico inteligente que cambia de color según la concentración de hierro (cationes Fe2+ y Fe3+) que tenga un medio acuoso”.

La estrategia se basa en utilizar la 8-hidroxiquinoleína, un agente quelante muy conocido, que es capaz de atrapar iones de hierro, formando complejos químicos con él. Este compuesto se usaría en discos poliméricos, cuyo color varía en función de la concentración de hierro que consiguiera inmobilizar la 8-hidroxiquinoleína.

Y la técnica consiste en depositar una gota del fluido sobre el material –un fino disco de medio centímetro de diámetro y 0,1 mm grosor–, esperar quince minutos y comparar el resultado con un patrón. Esto se puede hacer a simple vista, pero si se fotografía la lámina con el móvil, se puede cuantificar mejor la concentración de este metal de gran importancia biológica e industrial.

“Los datos de color RGB (rojo, verde y azul) se pueden obtener directamente desde el móvil y procesar en un ordenador convencional, para establecer los niveles del catión según el sistema de referencia”, señala el catedrático, quien reconoce que todavía hay que avanzar en el desarrollo de un software específico.

Aplicaciones industriales y biomédicas

“En cualquier caso, lo hemos probado con éxito en agua, vino blanco y sangre –añade– por lo que se podría utilizar para actividades como el seguimiento de efluentes industriales, la prevención de sabores desagradables y precipitados en los vinos, o en el diagnóstico de anemia o sobrecarga de hierro, que puede causar desde daño hepático a artritis”.

Los resultados del estudio, que publica el Journal of Materials Chemistry A, muestran que las concentraciones de hierro detectadas están entre las 56 partes por mil millones –o billón anglosajón– (ppb) y las 56 partes por millón (ppm). Esto abarca los rangos máximos para el agua potable establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE UU y la Unión Europea (menos de 300 y 200 ppm, respectivamente).

La metodología también es adecuada para el caso del vino, donde el intervalo habitual de concentración de hierro es de 1 a 10 ppm. Por su parte, el rango normal en el suero sanguíneo –que se obtiene por centrifugación de la sangre– es de 0,8 a 1,8 ppm.

El mismo equipo de investigadores también ha demostrado que se pueden detectar  y cuantificar  con una aplicación móvil de iones de mercurio, un metal sumamente tóxico, utilizando un material y una técnica similar a la del hierro. Los detalles se publicaron en la revista Analytical Methods.5: 54–58, 2013. DOI: 10.1039/C2AY26307F




Referencia bibliográfica:

Saúl Vallejos, Asunción Muñoz, Saturnino Ibeas, Felipe Serna, Félix Clemente García, José Miguel García. “Solid sensory polymer substrates for the quantification of iron in blood, wine and water by a scalable RGB technique”. Journal of Materials Chemistry A, 24 de octubre de 2013 (on line), 2013. DOI: 10.1039/C3TA12703F


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