Conocer la relación entre el consumo de alimentos y las emociones permite personalizar la estrategia dietética para disminuir el peso corporal y la tasa de abandono. Es la principal conclusión de un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid en 99 personas adultas con sobrepeso. Los participantes siguieron un programa de reducción de peso basado en el establecimiento de hábitos alimentarios adecuados y un estilo de vida saludable.