Científicos australianos han probado en seis voluntarios una cápsula electrónica con sensores que, tras ser ingerida, se dirige al intestino para evaluar las concentraciones de oxígeno, hidrógeno y carbono. Sus sensores permiten medir directamente los efectos de llevar una dieta rica o pobre en fibra
Esquema de los gases (oxígeno, hidrógeno y CO2) entrando en la cápsula. / Kourosh Kalantar-Zadeh et al./Nature Electronics |
En la película El chip prodigioso, su miniaturizado
protagonista viaja en un submarino microscópico por el interior del
cuerpo humano. Aunque sin tripulantes, una cápsula ingerible, creada por
investigadores de las universidades RMIT y de Monash, en Merlbourne
(Australia), es capaz de medir los gases del intestino antes de ser
excretada.
“Presentamos una prueba piloto en humanos de una cápsula electrónica
que se puede tomar para detectar el oxígeno, el hidrógeno y el dióxido
de carbono intestinal mediante una serie de sensores”, explican los
autores en su estudio, publicado esta semana en la revista Nature Electronics. La envoltura mide 9,8 mm de ancho por 26 mm de largo.
Además
de los sensores de gas, la cápsula incorpora un sensor de temperatura,
una pequeña computadora, baterías, antenas y un transmisor de
radiofrecuencia, con el que se envían los datos según avanza por el
intestino durante varias horas. Un receptor de bolsillo, incorporado en
cada uno de los seis voluntarios que han participado en este
experimento, se encarga de recibir la información en tiempo real.
De
esta forma los autores han registrado la evolución de los gases que
produce la comunidad microbiana intestinal durante la fermentación de
los alimentos, así como las diferencias que se observan cuando los
participantes variaban de una dieta rica en fibra a otra más pobre.
Control personalizado de los efectos de la dieta
“Nuestra
cápsula para gases ofrece una herramienta precisa y segura para
controlar los efectos de la dieta en las personas, además de un sistema
de diagnóstico en el intestino”, destacan los autores, que también
apuntan su uso para controlar la respuesta de un individuo a una dieta
personalizada y estudiar los efectos de los suplementos biomédicos.
En
los últimos años se han desarrollado tecnologías de pequeños sensores
como esta para monitorizar diversos parámetros en el interior del cuerpo
humano, como el pH, la presión o los efectos de los medicamentos, lo
que ayuda al control de la salud, pero hasta ahora no existía un sistema
que ofreciera información clave de la composición química del
intestino.
Diversas ilustraciones de la cápsula y su imagen real junto a la del dispositivo receptor. / Kourosh Kalantar-Zadeh et al./Nature Electronics |
Referencia bibliográfica:
Kourosh Kalantar-Zadeh, Peter R. Gibson et al. “A human pilot trial of ingestible electronic capsules capable of sensing different gases in the gut”. Nature Electronics , enero de 2018. Doi: 10.1038/s41928-017-0004-x.
Fuente: SINC
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