La revista Nature ha publicado el caso de un paciente con VIH que se sometió a un trasplante de células madre debido a un linfoma y lleva 18 meses en remisión del virus a pesar de no tomar la medicación. Hasta la fecha, el único caso de curación es el del paciente de Berlín, en 2009.
Sin rastro de VIH tras un trasplante de células madre para tratar un linfoma. La revista Nature confirma el caso de una persona portadora del virus y que lleva 18 meses en remisión a pesar de no tomar tratamiento antirretroviral.
Se trata del segundo caso en el mundo, después del paciente de Berlín,
en 2009. Desde entonces, en todas las ocasiones en las que se había
retirado el tratamiento tras un trasplante, el virus había rebotado
antes del año.
El estudio ha sido liderado por el University
College de Londres y se ha realizado en el marco del consorcio
internacional IciStem, coordinado por el Instituto de Investigación del
Sida IrsiCaixa (Barcelona) y el University Medical Center de Utrecht
(Holanda). Los resultados se presentan hoy en la Conference of
Retrovirus and Opportunistic Infections (CROI), en Seattle, coincidiendo
con la publicación en Nature.
“No queremos hablar aún de cura, pero más de un año sin rebote viral es algo que no se había visto desde el paciente de Berlín”, explica Javier Martínez-Picado
El paciente era portador del VIH desde 2003 y en 2012 se le detectó
un linfoma de Hodgkin por el que se sometió a un trasplante de células
madre en 2016. Las células del donante tenían una mutación, llamada CCR5
Delta 32, que impide la entrada del virus en las células diana del VIH, los linfocitos T CD4.
Al cabo de 16 meses, los médicos interrumpieron el tratamiento antirretroviral y hoy, 18 meses después,
el virus permanece indetectable en su sangre. Habitualmente, cuando las
personas con VIH interrumpen el tratamiento, el virus rebota en las
primeras 4 semanas.
Así, este nuevo caso se convierte en la segunda remisión del VIH en el mundo.
“La principal conclusión es que el paciente de Berlín no fue
simplemente una anécdota y es posible conseguir una remisión total del
virus”, señala Javier Martínez-Picado, coautor del estudio.
“No queremos hablar aún de cura, pero más de un año sin rebote viral es algo que no se había visto desde el paciente de Berlín, por lo que nuestra visión es muy optimista”, añade. “En este trabajo hemos analizado el nivel de VIH en plasma mediante las técnicas más sensibles, y es indetectable en todos los casos”, explica Maria Salgado, coautora del trabajo.
En 2014 se reportó el caso del paciente de Essen, que recibió un trasplante con la mutación CCR5 Delta32 pero
cuando interrumpió el tratamiento antirretroviral el VIH experimentó un
rápido rebote. Y en otros tres casos de trasplante de células madre,
que no presentaban la mutación CCR5 Delta 32, el virus rebotó a las 12,
32 y 41 semanas, respectivamente.
Diferencias y similitudes con el paciente de Berlín
El trabajo de Nature destaca diferencias con el paciente de Berlín. Mientras que las células originales de este último ya presentaban parcialmente la mutación CCR5 Delta 32, el paciente actual no la tenía originalmente.
Además, el
nuevo caso recibió una terapia pretrasplante mucho menos agresiva y un
único trasplante, cuando el paciente de Berlín se sometió a dos
intervenciones consecutivas.
Se puede conseguir la remisión sin tener una mutación previa en
el receptor y mediante tratamientos mucho menos agresivos para el
paciente
Esto demuestra, según los investigadores, que se puede conseguir la
remisión sin tener una mutación previa en el receptor y mediante
tratamientos mucho menos agresivos para el paciente.
Sin embargo,
también existen coincidencias entre ambos pacientes. Los dos recibieron
un trasplante con la mutación CCR5 Delta 32, presentaron un transitorio
síndrome de injerto contra huésped –en el que las células del donante
atacan a las células del receptor– y consiguieron un reemplazo total en
sangre periférica de las células del receptor por las del donante.
Un estudio previo liderado por IrsiCaixa, publicado el octubre pasado en Annals of Internal Medicine
y realizado también en el marco de IciStem, ya apuntó que estos otros
factores, además de la mutación CCR5 Delta 32, podían ser decisivos para
conseguir la remisión del virus.
“El análisis detallado de estos
otros mecanismos podría permitir su aplicación, mediante terapias menos
invasivas que un trasplante de un donante, a personas con VIH que no
sufran un trastorno hematológico, por lo que serían escalables a una
gran mayoría de la población infectada”, señala Salgado, primera autora
de este estudio anterior.
Financiado por The Foundation for AIDS Research, amfAR (EE UU), IciStem ha incluido desde 2014 el trasplante de 38 pacientes con VIH que debían someterse a un trasplante de células madre a causa de una enfermedad hematológica.
Referencia bibliográfica:
HIV-1 remission following CCR5Δ32/Δ32 haematopoietic stem cell transplantation. Nature, March 2019. DOI: 10.1038/s41586-019-1027-4
Fuente: IrsiCaixa
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