Los sismógrafos que colocaron los astronautas del programa Apolo en la Luna entre 1969 y 1977 registraron 28 ‘lunamotos’. Ahora, investigadores estadounidenses han contrastado aquellos datos con las imágenes de fallas captadas en 2010. Los resultados sugieren que nuestro satélite está sísmicamente activo.
El astronauta Buzz Aldrin colocó un sismógrafo en el Mar de la Tranquilidad de la Luna cuando llegó con Neil Armstrong. Al fondo, el módulo Eagle de la misión Apolo 11. / NASA |
Algunos terremotos superficiales
registrados por las misiones Apolo hace 50 años probablemente fueron
causados por la actividad tectónica de nuestro satélite, según el
estudio que publican esta semana en la revista Nature Geoscience científicos del Instituto Smithsonian y otros centros de EE UU.
La proximidad de los ‘lunamotos’ a fallas jóvenes, los movimientos de rocas y la perturbación del regolito “sugieren con fuerza que la Luna está tectónicamente activa”
Los autores partieron de las imágenes que captó en 2010 el satélite Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO)
de la NASA, que localizó numerosas fallas jóvenes, de menos de 50
millones de años. Este descubrimiento se ha interpretado como una
evidencia de actividad tectónica en la Luna, ¿pero cómo es de reciente
esa actividad?
Para responder la pregunta, el investigador Thomas
Watters del Instituto Smithsonian y sus colegas examinaron los 28
terremotos lunares registrados por los sismógrafos que colocaron los astroanutas del programa Apolo en cuatro sitios de aterrizaje (12, 14, 15 y 16) entre los años 1969 y 1977.
Con
esa información y aplicando un algoritmo de redes sísmicas dispersas,
se obtuvieron estimaciones más precisas que las realizadas hasta ahora
sobre la localización de los epicentros de aquellos ‘lunamotos’ o
movimientos sísmicos lunares.
“Encontramos que los epicentros de
ocho terremotos cercanos a la superficie caen a 30 km de un escarpe de
falla (terreno similar a un acantilado causado por la contracción
horizontal de la superficie lunar), la distancia esperada por una fuerte
sacudida del suelo”, apuntan Watters y los coautores en el estudio.
‘Lunamotos’ en el apogeo
“Además
–añaden–, tras analizar el tiempo de estos ocho eventos, encontramos
que seis ocurrieron cuando la Luna estaba a menos de 15.000 km de
distancia del apogeo (punto de la órbita en el que está más lejos de la
Tierra)”.
El modelo de las fuerzas mareales que contribuyen a las
'tiranteces' que sufre actualmente nuestro satélite también mostró que
siete 'lunamotos' superficiales registrados a menos de 60 km de un
escarpe de falla sucedieron en el pico de las tensiones de compresión,
el momento cuando es más probable que ocurran deslizamientos de falla.
Con
toda esta información, los autores concluyen que la proximidad de los
‘lunamotos’ a las jóvenes fallas, junto a las evidencia de movimientos
de rocas y perturbación del regolito (la capa superior suelta del suelo
lunar), “sugieren con fuerza que la Luna está tectónicamente activa”.
Referencia bibliográfica:
Thomas R. Watters, Renee C. Weber, Geoffrey C. Collins, Ian J. Howley, Nicholas C. Schmerr, Catherine L. Johnson. “Shallow seismic activity and young thrust faults on the Moon”. Nature Geoscience, 13 de mayo de 2019.
Fuente: SINC
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