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30 sept 2009

La ministra de Ciencia e Innovación inaugura en Barcelona la ampliación de la Sala Blanca del CSIC


La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha inaugurado hoy, junto al presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rafael Rodrigo, la ampliación de la Sala Blanca y una nueva zona de laboratorios del Instituto de Microelectrónica de Barcelona del CSIC. En esta gran instalación, un recinto con atmósfera totalmente controlada, los científicos desarrollan sensores químicos y biológicos y dispositivos implantables a escala micro y nanométrica. La nueva zona incrementa el tamaño de las instalaciones de la Sala Blanca en un 50 por ciento.

A la inauguración han acudido también el alcalde del Ayuntamiento de Cerdanyola del Vallés, Antonio Morral, el director general de Investigación de la Generalidad de Cataluña, Joan Roca, la rectora de la Universidad Autónoma de Barcelona, Ana Ripoll, la vicepresidenta de Investigación Científica y Técnica del CSIC, Carmen Peláez, el director del Centro Nacional de Microelectrónica del CSIC, Emilio Lora- Tamayo, y el coordinador Institucional del CSIC en Cataluña, Luis Calvo.

Rodrigo destaca la importancia de las nuevas instalaciones: “Esta ampliación permitirá que los investigadores del CSIC, y de cualquier institución nacional o internacional, puedan desarrollar proyectos más ambiciosos. Además, desde el CSIC, uno de los ejes estratégicos que hemos fijado para los próximos años es el de dotar a nuestros centros con la instrumentación y la ingeniería más avanzadas para potenciar los proyectos de excelencia y facilitar el trabajo de los científicos”.

Esta Infraestructura Científica y Tecnológica Singular, cuenta con unas instalaciones de cerca de 7.000 metros cuadrados, de los que algo más de 1.500 corresponden a la Sala Blanca con ambiente controlado. Cuenta con más de un centenar de equipos de última generación para la investigación y el desarrollo de sistemas micro y nanométricos de forma integrada.

Los investigadores del CSIC utilizan estos equipos para realizar procesos basados en obleas de silicio y otros materiales. A partir de estos trabajos desarrollan sensores químicos, micro y nanosistemas, módulos microchip y dispositivos ópticos. La Sala Blanca cuenta con un equipo fijo de 33 personas, de las 172 que componen este instituto catalán.

DIAGNOSTICAR EL VIH Y CONTROLAR LOS NIVELES DE GLUCOSA EN DIABÉTICOS

Dentro del campo de la biomedicina, los investigadores del CSIC trabajan entre otros proyectos en la creación de biosensores para la detección de anticuerpos de VIH y de los niveles de glucosa en pacientes diabéticos.

Este equipo ha desarrollado un nuevo tipo de biosensor para la detección rápida de la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona. Basado en una enzima modificada genéticamente y una pequeña red de microelectrodos, el biosensor permite obtener el diagnóstico en una hora. Según los investigadores, por su reducido tamaño y bajo coste resulta muy útil en áreas geográficas apartadas con recursos médicos insuficientes. Esta nueva tecnología podría aplicarse también para detectar otras infecciones víricas, como la fiebre aftosa, la peste porcina y las hepatitis B y C.

Además, los investigadores del CSIC dirigen la parte española de un proyecto internacional para desarrollar biosensores de glucosa implantables. En la actualidad, están desarrollando un sensor subcutáneo que controlaría el nivel de azúcar de los pacientes cada 10 o 15 minutos. El sensor transmite esos datos al móvil del enfermo o a cualquier otro dispositivo conectado a Internet y al centro sanitario donde se archiva su historia clínica. Además, le indica las acciones a seguir, como ingerir alimentos, y la dosis necesaria de insulina cuando detecta una concentración alta o baja de azúcar en la sangre.




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