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20 abr 2011

Desnudos por “con ciencia”


“Precarios al Desnudo”. Podría ser el título de una mala película porno, pero en realidad es un calendario, aunque no trae top-models 90-60-90 ni macizos con estómagos de tableta de chocolate. Sus protagonistas son también modelos, aunque por un motivo bien distinto y poco valorado, a juzgar por sus condiciones laborales. Responsables de la mitad de los artículos científicos españoles en revistas internacionales de impacto, pueden trabajar sin cobrar, o en el mejor y excepcional de los casos, con un sueldo de 1.500 euros mensuales.

Son los jóvenes investigadores españoles, y algunos de ellos se desnudaron en un calendario para denunciar su mala situación. Esto ocurría en 2009, pero hoy en día su situación no es muy distinta, como veremos con algunos de sus protagonistas, dos años después de que hicieran su “posado”.

Los meses “más calientes” de la ciencia

El calendario representa, según sus responsables, el panorama general de los jóvenes investigadores: se ronda la treintena de años, hay investigadores en formación predoctorales y doctores, algunos de ellos en centros de investigación nacionales y otros en el extranjero, y todos tienen que hacer malabarismos para enlazar diferentes becas y contratos que les permitan seguir su trabajo investigador. El calendario al completo se puede descargar en la web de la Federación Jóvenes Investigadores.


A continuación, algunos de sus protagonistas nos hablan en exclusiva de su situación en 2009, sus perspectivas y su situación actual:

David Fairén Jiménez, 32 años, Universidad de Edimburgo. Trabaja en la integración de procesos de simulación molecular para el desarrollo de materiales porosos, con aplicaciones que van desde el tratamiento de cancer y enfermedades neurodegenerativas hasta la captura de CO2 o el almacenamiento de hidrógeno. Aparece en el calendario en el mes de marzo.

Trayectoria becaria

Tras realizar su tesis doctoral en la Universidad de Granada (UGR) con una beca del Ministerio, acabó como postdoc en la Universidad de Edimburgo con un contrato del plan propio de la UGR. Cuando empezó en el extranjero cobraba cerca de 1.000 libras al mes, la mitad que sus compañeros de despacho.

Previsiones de futuro

Considera muy difícil volver a España porque no es sencillo iniciar una línea de investigación propia y mucho menos con los grandes recortes de los últimos años. Una de las pocas posibilidades reside en el programa Ramón y Cajal, donde espera respuesta. Incluso con la actual situación económica mundial y la reducción de los presupuestos en investigación, hay muchas más oportunidades para conseguir un contrato en el extranjero.

Situación actual

Ahora mismo disfruta de una ayuda Marie Curie con un proyecto que el MEC rechazó para su programa postdoctoral, y con un salario tres veces superior. Recientemente ha recibido una oferta para trabajar en la Northwestern University, Chicago, con lo que la inversion en educación durante su carrera no revertería en beneficios para España.

Marta Robledo Garrido, 28 años, terminó recientemente su tesis en el Centro Hispano-Luso de Investigaciones Agrarias (CIALE) de la Universidad de Salamanca (USAL) sobre microorganismos beneficiosos asociados a las plantas. Fue presidenta de la asociación INNOVA- Salamanca (INvestigadores NO VAlorados) durante más de dos años. Aparece en el calendario en el mes de Agosto.

Trayectoria becaria

Tuvo una beca predoctoral de la Junta de Castilla y León y una Beca predoctoral de Formación de Profesorado Universitario (MEC) para realizar su tesis.

Previsiones de futuro

Asegura que tras acabar la tesis, no tiene apenas opciones de quedarse en su Universidad, por lo que se irá a trabajar al extranjero. Tendrá que agotar los 8 meses de paro que le corresponderán por sus dos años de contrato, ya que tendrá que esperar a leer la tesis para optar a una convocatoria Postdoctoral.

Situación actual:

Actualmente se encuentra en paro. Ante la ausencia de opciones de continuar investigando en España, hace una año comenzó a pedir distintas convocatorias Postdoctorales para trabajar en el extranjero. Tras no tener suerte con las ayudas europeas y comprobar que la convocatoria española de 2010 se retrasaba y sufría fuertes recortes, se decidió a optar a una ayuda Alemana.

Marta ha tenido suerte porque estas ayudas son más numerosas y se resuelven rápido, por lo que podrá comenzar su trabajo en el extranjero justo antes de que se le acabe el paro. Sin embargo, tendrá que trabajar muy duro los próximos años y probablemente realizar más de una estancia en el extranjero antes de que pueda optar a un contrato de retorno a la investigación en España.

David González-Iglesias González, 27 años, Universidad de Salamanca (USAL). Investiga en traducción audiovisual, subtitulado y doblaje de series de televisión. Aparece en el calendario en el mes de julio.

Trayectoria becaria

Tras acabar la licenciatura en junio de 2007, consiguió una beca de investigación en otro tema diferente (traducción médica) desde abril a agosto de 2008. A partir de ahí cuenta con un contrato de Formación de Personal Investigador, concedido por la Junta de Castilla y León, que espera renovar de año en año hasta el 2012. Cobra 1.100 euros al mes, con 14 pagas.

Previsiones de futuro

Cree que tiene posibilidades de quedarse a trabajar e investigar dentro de la USAL.

Situación actual

Sigue teniendo el mismo contrato, aunque ya ha leído la tesina y ahora como está en el tercer año de su contrato puede dar parte de la docencia del departamento en el que está haciendo la tesis.

Alicia, 29 años, Estación Experimental del Zaidín (CSIC), Granada. Su investigación se enmarca en el área de microbiología/genética de microorganismos del suelo. Aparece en el calendario en el mes de octubre.

Trayectoria becaria

Tras pasar dos años de beca, contó con un contrato predoctoral de dos años. Cobraba 1.300 euros, menos que otros compañeros de su centro con contrato como licenciado.

Previsiones de futuro

Por ahora afirma que no tiene ninguna perspectiva investigadora.

Situación actual

Cuando salió el calendario era una becaria predoctoral con mucha ilusión por la carrera investigadora y por realizar la tesis doctoral, pero al cabo del tiempo viendo los recortes que estaba aplicando el gobierno a la investigación, la falta de continuidad y la gran dificultad que iba a encontrar para continuar en el mundo de la investigación, decidió presentarse a las oposiciones para profesor de secundaria. Actualmente da clases en un instituto y, en su tiempo libre escribe su tesis doctoral bajo su autofinanciación y simplemente por el placer de hacerlo y no porque nadie le haya apoyado para continuar ese camino.

Investigación en España: ¿un panorama sin futuro?

Desde la Federación Jóvenes Investigadores explican que, al no haber leyes ni regulación específica, es habitual, especialmente en las primeras etapas de la carrera investigadora, que personas con el mismo tipo de trabajo tengan condiciones laborales muy diferentes, y que la edad media en la que consiguen una mínima estabilidad laboral ronda los 40 años. Por ello, aseguran, se produce un alto índice de abandono, y una importante “fuga de cerebros” de muchos de estos investigadores a otros países con mejores condiciones laborales y de investigación, además de un mayor reconocimiento.

Aunque reconocen que ha habido mejoras en los últimos años, como la aprobación del Estatuto de Personal Investigador en Formación en 2006 o el proyecto de una nueva Ley de la Ciencia y la Tecnología (LCyT) de 2010 que reemplazaría a la obsoleta Ley de Fomento y Coordinación General de la Investigación Científica y Técnica de 1986, siguen sin ver unas condiciones dignas necesarias para garantizar su trabajo.

En estos momentos la Ley de la Ciencia ha sido aprobada en el Congreso y ha pasado al Senado para su tramitación final. Sin embargo, esta ley no garantiza la desaparición de las becas para la realización de proyectos de investigación en el ámbito privado y establece condiciones excepcionales en la regulación de los derechos laborales del personal de investigación.

Además, la redacción actual de la ley no resuelve los problemas de carrera profesional para el personal científico. Así, a pesar de las opiniones expresadas por los colectivos de investigadores y las negociaciones con los diferentes partidos políticos, esta última versión de la ley todavía tiene muchas carencias que harán que los problemas de fondo de los investigadores, y principalmente de los jóvenes investigadores, continúen presentes.


Alex Fernández Muerza es periodista científico. Marisa Alonso Núñez es investigadora en el Paterson Institute For Cancer Research (University of Manchester).


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