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25 jun 2010

Investigadores españoles descubren el origen del vértigo


Investigadores liderados por el bioquímico Carlos López-Otín, pertenecientes a la Universidad de Oviedo y al Instituto de Oncología del Principado de Asturias, han descubierto una posibilidad de nuevas vías terapéuticas frente al vértigo.

Así lo ha informado este jueves la Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación Científica Aplicada y la Tecnología (FICYT), que explica en un comunicado que los investigadores han descubierto que defectos en la autofagia, un proceso esencial para el mantenimiento celular, causan el vértigo.
Gracias a la generación de ratones con autofagia reducida y al estudio de sus alteraciones a nivel molecular, los investigadores han descubierto que la renovación celular protege frente a la pérdida de equilibrio y otros trastornos del oído interno, como el vértigo.

De esta forma, se ha establecido una nueva y sorprendente función para el proceso de autofagia, esencial para el mantenimiento y renovación de las células, que disminuye con la edad de forma progresiva. "Al eliminar el gen que codifica una de las proteasas que regulan el proceso de autofagia en el organismo, la autofagina-1, nos sorprendió observar que los ratones presentaban alteraciones en su comportamiento típicas de los desórdenes del oído interno relacionados con deficiencias en el equilibrio y en la percepción de la aceleración", afirma Guillermo Mariño en el comunicado de la FICYT. Este investigador asturiano ha participado en el trabajo y actualmente se encuentra en el Institut Gustave Roussy de París.

Como indican los investigadores, ha sido especialmente relevante para este trabajo haber desarrollado un modelo animal que en lugar de una carencia total de autofagia, como los disponibles hasta ahora, presenta una reducción de esta actividad celular.
En este caso, "lo significativo de los ratones que hemos generado es que presentan niveles anormalmente reducidos de autofagia y no una ausencia total de la misma como los modelos desarrollados hasta el momento, de hecho esta carencia desencadena la muerte del organismo a las pocas horas de su nacimiento y gracias a esta ventaja nuestros ratones permiten estudiar las funciones fisiológicas de la autofagia", indica Guillermo Mariño.


Fármacos

Una de las potenciales aplicaciones de este trabajo en la vertiente clínica es el diseño de fármacos específicos que puedan activar una autofagia deficiente y mejorar los síntomas de las personas que sufren vértigo. De forma más general, este descubrimiento permitiría avanzar en el tratamiento de otros trastornos relacionados con la disminución de actividad autofágica en las células, explican los investigadores, aunque matizan que las patologías relacionadas son extremadamente complejas y en ellas influyen múltiples factores.

Los ratones modificados en laboratorio para no producir autofagina-1 avanzaban en círculos, tenían la cabeza inclinada hacia un lado y eran incapaces de nadar. "Observamos que los ratones con menor actividad autofágica presentaban defectos en la otoconia del oído interno, lo que les hacía perder su capacidad de orientarse", explica Guillermo Mariño.

La otoconia es una región del oído interno formada por microcristales de carbonato cálcico conectados a terminales sensoriales. Al variar la posición de la cabeza, los cristales tienden a orientarse hacia el suelo y los terminales sensoriales a los que están conectados recogen la información, lo que proporciona el sentido del equilibrio y la percepción de la aceleración.


FUENTE:
http://www.abc.es/20100624/ciencia/origen-vertigo-201006241255.html


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