Las cáscaras de naranja y pomelo generan gran cantidad de residuos en la industria alimentaria, pero se podrían aprovechar para limpiar aguas contaminadas con metales pesados y compuestos orgánicos. La técnica la ha desarrollado un equipo de investigadores españoles y mexicanos.
Las cáscaras de naranja suponen un problema para la industria alimentaria, ya que son deshechos que ocupan un gran volumen y no tienen grandes utilidades en la actualidad. / UGRdivulga |