Descubren en Ecuador una nueva especie de anfibio transparente con sus órganos a la vista.
La rana Hyalinobatrachium Yaku, con el corazón a la vista - Jaime Culebras / Ross Maynard |
Las llamadas ranas de cristal del Amazonas son extremadamente llamativas porque bajo la piel transparente de su barriga pueden verse sus órganos con claridad. Pero la que ha descubierto recientemente un equipo de científicos de la Universidad San Francisco de Quito, Ecuador, es aún más asombrosa: muestra su corazón latiente bajo el pecho.
El nuevo anfibio, llamado Hyalinobatrachium yaku (yaku se traduce como agua en el idioma local kichwa), mide apenas 2 cm de longitud y también puede distinguirse por las manchas de color verde oscuro relativamente grandes de la parte posterior de su cabeza y su llamada característica, según explican los investigadores en la revista Zookeys. Su comportamiento reproductivo es bastante inusual. Los machos suelen realizar sus llamadas bajo las hojas y cuidan de los huevos.
Un ejemplar juvenil- Ross Maynard |
Tras identificar a los individuos de la nueva especie en tres lugares diferentes, los investigadores observaron algunas diferencias de comportamiento entre las poblaciones. Dos de ellos, vistos en la vegetación de ribera de un bosque intacto en Kallana, hacían sus llamadas desde la parte inferior de las hojas a pocos metros por encima de las corrientes de flujo lento, relativamente estrechas y poco profundas. Otra rana de la especie ha sido observada en un área cubierta por bosques secundarios en la localidad ecuatoriana de Ahuano. Del mismo modo, el anfibio apareció en la parte inferior de una hoja un metro por encima de una corriente lenta que fluía, estrecha y poco profunda.
Sin embargo, en la tercera localidad, un bosque secundario en San José de Payamino, las ranas han sido estudiados posadas en las hojas de pequeños arbustos, helechos y pastos entre 30 y 150 cm por encima del suelo. Sorprendentemente, cada una de ellas estaba una distancia superior a 30 metros de la corriente más cercana.
Los investigadores señalan que, dada la distancia geográfica de aproximadamente 110 km entre las localidades donde se ha encontrado la nueva especie, es probable que estos animales tengan una distribución más amplia, incluyendo las áreas en el vecino Perú.
La incertidumbre acerca de su área de distribución proviene de una serie de razones. En primer lugar, el pequeño tamaño de la especie hace que sea difícil de detectar bajo las hojas. Incluso si especímenes han sido recogidos previamente, sería casi imposible identificarlos en la colección de un museo, ya que muchos de los rasgos característicos, como las marcas de color verde oscuro, se pierden después de la conservación. Es por esto que el estado de conservación de las especie ha sido catalogado como «Datos Insuficientes», de acuerdo con los criterios de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Los científicos creen que las principales amenazas para la especie son la extracción de petróleo en la región, la contaminación de las aguas, la construcción de carreteras, la degradación del hábitat y el aislamiento. «Las ranas de cristal requieren extensiones continuas de bosque para interactuar con las poblaciones cercanas, y las carreteras puede actuar como barreras para la dispersión de los individuos», explican los autores del estudio.
FUENTE: ABC CIENCIA
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