El año comienza con una hermosa lluvia de estrellas, las Cuadrántidas, que quizás no sean excesivamente conocidas, pero que resultan una de las más espectaculares del año junto a las Perseidas de agosto y las Gemínidas
de diciembre. Los astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias
(IAC) esperan que caigan unos 100 meteoros por hora (ZHR, tasas horarias
zenitales) y su pico máximo se producirá a las 21.00 hora peninsular
española de mañana miércoles 3 de enero.
En
Europa, la noche del 3 al 4 de enero será el mejor momento para su
observación. Será preciso esperar hasta la madrugada, momento en que la
constelación del Boyero se encontrará alta en el cielo. Una Luna
menguante -visible al oeste- dificultará la observación de los meteoros
mas débiles. En promedio, caerá un meteoro cada cuatro minutos,
algunos de ellos brillantes si estamos situados, como se recomienda
siempre para la observación de estos espectáculos naturales, en un lugar
oscuro y con horizontes despejados.
Debido a que el radiante -punto del cielo desde donde parecen surgir los meteoros- se encuentra localizado cerca de la Osa Mayor, concretamente en la constelación del Boyero, que ocupa parte de la desaparecida Quadrans Muralis, las Cuadrántidas no presentan alta actividad en el hemisferio sur.
Si uno no puede asomarse al firmamento o simplemente no quiere pasar frío, el canal sky-live.tv retransmitirá, en directo, la lluvia de estrellas con dos cámaras: una situada en el Observatorio del Teide (IAC, Tenerife) y la otra en El Anillo (Centro Internacional de Innovación Deportiva en el Medio Natural, Junta de Extremadura, Cáceres).
La cita es la madrugada del jueves a las 6.30 horas. «Siempre cuesta levantarse a las seis de la mañana. Si además es 4 de enero, con vacaciones y frío, más, pero vale la pena. A pesar de tener algo de Luna y una ventana de observación de alrededor de una hora, estamos convencidos que podremos presenciar un bonito espectáculo con una actividad rozando los cien meteoros por hora», comenta Miquel Serra-Ricart, astrónomo del IAC.
Procedente de un asteroide
Las llamadas 'estrellas fugaces' son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. La corriente de partículas resultante (llamados meteoroides), debido al "deshielo" producido por el calor solar, se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por la Tierra en su órbita alrededor del Sol. Durante este encuentro, las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros. Esto es cierto para la mayoría de lluvias, pero no para las Cuadrántidas y las Gemínidas: no existe ningún cometa que coincida con la trayectoria de la nube de «escombros». Los progenitores son asteroides, 3200 Phaeton en el caso de las Gemínidas y 2003 EH para las Cuadrántidas.
FUENTE: ABC CIENCIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario