La Unión Astronómica Internacional ha organizado una votación para que más de cien países elijan el nombre de una estrella y un exoplaneta cada uno. A España le ha tocado bautizar a la estrella amarilla enana HD 149143 y su planeta HD 149143 b, situados a 240 años-luz de la Tierra. Hasta el 12 de noviembre se puede elegir entre doce parejas de nombres.
Ilustración de un exoplaneta con su estrella al fondo. / Unión Astronómica Internacional (IAU) |
Desde el viernes 25 de octubre hasta el 12 de noviembre
están abiertas las votaciones para poder dar nombre oficial a una
estrella y al planeta que la órbita. Las personas interesadas pueden
hacerlo en la web www.nombraexoplanetas.es.
Entre una docena de parejas de nombres, España tiene que elegir como llamar a la estrella amarilla HD 149143 y su gigante gaseoso HD 149143 b
Se trata de un proyecto internacional impulsado por de la Unión Astronómica Internacional (IAU) como parte de las actividades de celebración de su 100 aniversario. Bajo el nombre de NameExoWorlds,
se ha asignado a cada país un sistema formado por una estrella y el
planeta que la orbita para que les dé nombre mediante participación
ciudadana.
La pareja propuesta para España se encuentra en la constelación de Ofiuco (el encantador de serpientes) y la conforman la estrella conocida como HD 149143, similar a nuestro Sol y localizada a 240 años-luz de la Tierra, junto a su exoplaneta HD 149143 b, un gigante gaseoso con una masa un poco mayor que la de Júpiter.
La Sociedad Española de Astronomía (SEA), con la colaboración del Planetario de Pamplona,
son los encargados de poner en marcha este concurso en nuestro país.
Hace unos meses se abrió el plazo para proponer los posibles nombres. Se
recibieron una veintena de propuestas por parte de astrónomos
aficionados y profesionales y también de personas del público en
general, de las que se han seleccionado doce que cumplen con los
requisitos de la IAU.
Quienes decidan participar en la votación deberán elegir entre una docena de propuestas:
- Breogán e Ith, conquistadores celtas
- Cuelebre y Xana, personajes de la mitología asturiana
- Culebra y Malpolon, géneros de culebras
- Elcano y Victoria, referencias a la primera vuelta en barco a la Tierra
- Girasol y Pétalo, flores
- Iberia y Millares, península ibérica y una de sus antiguas civilizaciones
- Isabel y Diego, los amantes de Teruel
- Luz y Sombra, efectos de luz.
- Rosalia y Río Sar, por la escritora Rosalía de Castro y un río gallego
- Tajo y Jarama, ríos
- Tirant y Carmesina, personajes de Tirant lo Blanc
- Zamenis y Phion, personajes de la mitología griega relacionados con las serpientes (como la constelación Ofiuco donde está la estrella)
Con este proyecto nos unimos a más de cien países en todo el mundo que van también a asignar nombres a una estrella y un planeta
Los resultados de la votación se darán a conocer a mediados de diciembre en un comunicado oficial de la Unión Astronómica Internacional junto a los nombres elegidos por el resto de países.
Este proyecto ha sido coordinado por la astrofísica de la Universidad Autónoma de Madrid Eva Villaver, con el apoyo de Amelia Ortiz,
Coordinadora Nacional de Divulgación (NOC) de la IAU para España y
astrónoma del Observatori Astronòmic de la Universitat de València, el
experto en exoplanetas Guillem Anglada, del Institut d’Estudis Espacials de Catalunya, y Javier Armentia, director del Planetario de Pamplona.
“Esta segunda iniciativa, llamada IAU100 NameExoWorlds,
pretende seguir los pasos de la primera convocatoria y hacer partícipe a
la sociedad del conocimiento del cielo mediante la oportunidad de
bautizar estrellas y exoplanetas con nombres menos técnicos y más
accesibles”, indica Benjamín Montesinos, vicepresidente de la SEA, “Una
de las responsabilidades de la SEA es la divulgación de la astronomía, y
esta es una oportunidad particularmente atractiva para acercar al
público en general nuestra ciencia, de ahí nuestro apoyo y colaboración
en esta iniciativa".
“Con este proyecto nos unimos a más de cien países en todo el mundo que van también a asignar nombres a una estrella y un planeta. Al contrario de lo que ocurrió con la estrella Cervantes,
en este caso no hay competición entre países, sino que cada uno tiene
su estrella y planeta propios que nombrar. A través del proyecto se
pretende involucrar al público general en el centenario de la IAU,
hacerles reflexionar sobre la existencia de otros mundos en el Universo y
tener una buena excusa para hablar de referentes culturales de cada
país”, explica Ortiz.
El precedente de la estrella Cervantes
La
primera ocasión en que la Unión Astronómica Internacional recurrió a
votaciones públicas para asignar nombres a sistemas planetarios fue en
2015. En aquel caso se trató de un concurso internacional y el
Planetario de Pamplona y la Sociedad Española de Astronomía, con el
apoyo del Instituto Cervantes, propusieron los nombres de Cervantes,
Quijote, Rocinante, Sancho y Dulcinea para nombrar a la estrella Mu Arae
y sus cuatro planetas.
Se consiguieron más de 38.000 votos y
España fue el tercer país del mundo con mayor participación, solo por
detrás de la India y Estados Unidos. La propuesta cervantina, que
competía con otros seis países, resultó vencedora.
La estrella conocida como HD 149143 forma parte del catálogo Henry Draper de estrellas, compilado a principios del s. XX por la astrónoma Annie Jump Cannon y sus colaboradores del Observatorio de Harvard (EEUU).
Se trata de una estrella amarilla enana (de tipo espectral G0), parecida a la nuestra, aunque es un poco más masiva (su masa es 1.21 veces la del Sol). Su radio es también mayor (1.49 veces el radio de nuestra estrella).
Respecto al exoplaneta HD 149143 b, fue descubierto en 2005 desde el Observatorio de la Alta Provenza (Francia) con la técnica de espectroscopia Doppler o método de velocidad radial, que consiste en observar el cambio en el espectro de luz de una estrella producido por el tirón gravitatorio de un posible planeta que la orbite.
La masa de este gigante gaseoso es, como mínimo, 1.33 veces la masa de Júpiter. Se encuentra muy cerca de su estrella, completando una órbita alrededor de ella en tan sólo 4 días, por lo que su temperatura superficial es muy elevada, siendo lo que se conoce como un planeta de tipo júpiter caliente.
Fuente: Sociedad Española de Astronomía (SEA)
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