Hace unos días se conocía que la NASA estudia utilizar algunas cavernas de la Luna como «alojamiento» para los astronautas que la visiten en futuras misiones, pero la agencia también tiene en mente opciones más confortables. Sus ingenieros han diseñado las primeras «casas lunares», unos hábitats inflables que podrán albergar hasta cuatro personas de forma permanente, durante el primer asentamiento del hombre en el satélite terrestre.
El encargado de llevar a cabo este proyecto ha sido el ingeniero argentino y director del instituto de Trajes Espaciales de la propia agencia, Pablo De León. Según ha explicado, se trata un módulo inflable de diez metros de largo por tres de alto que puede adosarse a otros, para crear una base más grande. El objetivo es desarrollar «una base lunar permanente». Para el desarrollo del proyecto, la NASA ha aportado 750.000 dólares norteamericanos, unos 508. 500 euros, más otros 750 mil dólares que aporta la Universidad de Dakota. En primera instancia se probará en la Tierra y si tiene éxito, «se considerará para ser utilizado en la Luna», ha puntualizado De León.
Para proteger a los astronautas de la radiación luna, estos hábitats inflables utilizarán el suelo lunar, llamado regolito, una especie de «alfombra» de restos formada por fragmentos rocosos y suelo, que cubren a un fondo rocoso sólido. Se colocará en la parte superior de las «casas», de manera que los astronautas estén protegidos de la radiación. «Es un recurso que al estar en la Luna, no necesitamos llevar desde la Tierra, sumando peso y volumen de transporte»,
Desbancar a la ISS
De momento, se desconoce si este experimento funcionará en la Luna y de hecho, habrá que esperar a la primera misión para el 2020, aunque todo dependerá de la dirección que el presidente Obama le dé a la NASA en los próximos meses para saber si esas fechas se van a cumplir.
En un primer momento, se pensaba que estos «hábitats» podían a desbancar a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), la plataforma que órbita alrededor de la Tierra y en la que residen temporalmente astronautas de distintas partes del planeta. «Es un proyecto diferente. La NASA planea abandonar su papel en la ISS y dejarlo a las naciones socias (Europa, Japón, Rusia, Canadá, entre otras) y a empresas privadas y universidades norteamericanas. Así, espera concentrarse en el regreso a la Luna, en la exploración tripulada de Marte y más allá en el Sistema Solar», ha agregado.
Asimismo, ha explicado que primero se probará «vivir» en la Luna porque «está más cerca» y se trata de un lugar «ideal» para probar equipos y sistemas que más tarde podrán ser utilizados en Marte y «el más allá». «Si tenemos una emergencia la Luna está a sólo tres días de distancia, pero si tenemos un problema, por ejemplo viajando a Marte, estaremos en el mejor de los casos a meses de nuestro planeta y sería un peligro grande para la tripulación», ha concluido.
De León ganó el concurso para el desarrollo de la infraestructura para la exploración tripulada de la Luna. Concretamente, tras presentar el proyecto y competir con decenas de trabajos de diferentes equipos de investigación, la NASA le concedió, a través de la Universidad de North Dakota para la que también trabaja.
El investigador espacial argentino dirigirá el desarrollo de un prototipo de sistema de exploración tripulada para volver a la Luna, en el que se incluye el desarrollo de laboratorios y de estos primeros hábitats inflables, así como vehículos de exploración presurizados y mejoras en los actuales trajes espaciales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario