Más de 225.000 kilómetros han recorrido los coches de Google sin conductor, con mínimas intervenciones por parte de las personas a cargo de las pruebas, paseando por calles conocidas de Santa Mónica, recorriendo grandes autopistas, o incluso cruzando el Golden Gate de San Francisco.
La empresa del buscador está desarrollando coches autónomos, y como queda claro en la introducción de la noticia, no hablamos de ideas en un papel, sino una importante evolución de lo que ya tenemos en el mercado.
Partiendo de la base de un Toyota Prius
Google no ha inventado el control de crucero basado en radares y cámaras que controlan los carriles disponibles, un buen ejemplo de ello es el trabajo que Toyota ha realizado en un coche relativamente asequible como el Prius, y que Google ha elegido para su proyecto. Como curiosidad os informamos que también hay una unidad de Audi TT.
Podemos ver cómo el coche frena y acelera teniendo en cuenta el vehículo que llevamos delante, además de cumplir con las velocidades que le hayamos marcado. Pero presenta algunos problemas en los giros, donde pierde el rumbo del coche que llevamos delante, de hecho tiene que frenar manualmente en alguna ocasión.
También podemos destacar que hace un buen trabajo cuando vehículos cambian de carril delante de nosotros, pero deben existir unas distancias mínimas para que el sistema no se muestre confuso. Lógicamente en cualquier momento podemos controlar manualmente el freno y acelerador.
Los coches autónomos pillados en funcionamiento
La idea de Google parte de la base mostrada en el punto anterior, pero quiere ir más allá incorporando mapas tridimensionales de la carretera, GPS, tecnología laser, reconocimiento digital de imágenes, y más sensores y algoritmos que perfeccionen el sistema.
Haciendo hincapié en el control de lo que pasa 360 grados alrededor nuestra, y no sólo con respecto al coche que llevamos delante, para ello dispone de un sensor que rota (encima del coche) y registra un mapa tridimensional de 200 pies de diámetro a nuestro alrededor.
Para desarrollar la tecnología que están utilizando estos coches, están trabajando codo con codo con los mejores ingenieros del Desafío DARPA (Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa de EEUU), una carrera con vehículos autónomos que deben llegar desde un punto de los Estados Unidos hasta otro sin intervención humana.
El estado actual del desarrollo incluye hasta perfiles de conducción, pudiendo cargar el software que queramos en cada situación, eligiendo si queremos un comportamiento más deportivo o más tranquilo.
Las primeras pruebas de que los coches con la tecnología de Google están operativos, están apareciendo en diferentes vídeos en la red.
Los coches autónomos no se duermen
La seguridad es la prioridad del proyecto, y la policía del lugar está al tanto de la situación, con conductores perfectamente preparados para tomar el mando en situaciones que lo requieran.
Desde mi punto de vista, considero que la conducción completamente autónoma está lejos, pero una asistencia de estas características podría salvar muchas vidas, teniendo en cuenta que los sistemas siguen operativos en malas condiciones de clima o conducción nocturna, además de no sufrir distracciones o sueño.
Leemos en el blog de Google que según la Organización Mundial de la Salud, más de 1.2 millones de vidas se pierden cada año en accidentes de tráfico, y la compañía del buscador cree que sus sistemas podrían reducir a la mitad estos números.
La empresa del buscador está desarrollando coches autónomos, y como queda claro en la introducción de la noticia, no hablamos de ideas en un papel, sino una importante evolución de lo que ya tenemos en el mercado.
Partiendo de la base de un Toyota Prius
Google no ha inventado el control de crucero basado en radares y cámaras que controlan los carriles disponibles, un buen ejemplo de ello es el trabajo que Toyota ha realizado en un coche relativamente asequible como el Prius, y que Google ha elegido para su proyecto. Como curiosidad os informamos que también hay una unidad de Audi TT.
Podemos ver cómo el coche frena y acelera teniendo en cuenta el vehículo que llevamos delante, además de cumplir con las velocidades que le hayamos marcado. Pero presenta algunos problemas en los giros, donde pierde el rumbo del coche que llevamos delante, de hecho tiene que frenar manualmente en alguna ocasión.
También podemos destacar que hace un buen trabajo cuando vehículos cambian de carril delante de nosotros, pero deben existir unas distancias mínimas para que el sistema no se muestre confuso. Lógicamente en cualquier momento podemos controlar manualmente el freno y acelerador.
Los coches autónomos pillados en funcionamiento
La idea de Google parte de la base mostrada en el punto anterior, pero quiere ir más allá incorporando mapas tridimensionales de la carretera, GPS, tecnología laser, reconocimiento digital de imágenes, y más sensores y algoritmos que perfeccionen el sistema.
Haciendo hincapié en el control de lo que pasa 360 grados alrededor nuestra, y no sólo con respecto al coche que llevamos delante, para ello dispone de un sensor que rota (encima del coche) y registra un mapa tridimensional de 200 pies de diámetro a nuestro alrededor.
Para desarrollar la tecnología que están utilizando estos coches, están trabajando codo con codo con los mejores ingenieros del Desafío DARPA (Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa de EEUU), una carrera con vehículos autónomos que deben llegar desde un punto de los Estados Unidos hasta otro sin intervención humana.
El estado actual del desarrollo incluye hasta perfiles de conducción, pudiendo cargar el software que queramos en cada situación, eligiendo si queremos un comportamiento más deportivo o más tranquilo.
Las primeras pruebas de que los coches con la tecnología de Google están operativos, están apareciendo en diferentes vídeos en la red.
Los coches autónomos no se duermen
La seguridad es la prioridad del proyecto, y la policía del lugar está al tanto de la situación, con conductores perfectamente preparados para tomar el mando en situaciones que lo requieran.
Desde mi punto de vista, considero que la conducción completamente autónoma está lejos, pero una asistencia de estas características podría salvar muchas vidas, teniendo en cuenta que los sistemas siguen operativos en malas condiciones de clima o conducción nocturna, además de no sufrir distracciones o sueño.
Leemos en el blog de Google que según la Organización Mundial de la Salud, más de 1.2 millones de vidas se pierden cada año en accidentes de tráfico, y la compañía del buscador cree que sus sistemas podrían reducir a la mitad estos números.
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