Científicos de la Universidad de Granada muestran, por primera vez, que existe una asociación entre el género del neonato y su capacidad para afrontar el estrés oxidativo y los procesos inflamatorios, un hecho que podría condicionar cómo se enfrentan a futuras patologías postnatales. El trabajo concluye además que el parto de una niña es menos agresivo para la madre que el de un niño.
Las niñas recién nacidas y sus madres se enfrentan de manera más eficaz a la agresión que supone el parto en comparación con los niños y sus madres. |