Santillana, Planeta y Mondadori crean la primera plataforma editorial para negociar derechos del 'e-book' - Varios agentes literarios colaboran en la iniciativa.
Hay crisis, no hay mercado aún y tampoco existe un dispositivo de lectura estándar, pero los editores españoles ya se han puesto en marcha. Tres grandes grupos, Planeta, Santillana y Random House Mondadori, han empezado a trabajar con los agentes literarios para negociar y distribuir los derechos de los libros digitales, los e-books. No saben cuándo se producirá el gran salto, piensan que será más una evolución que una revolución, pero quieren estar ahí aunque aún no sea negocio. Paralelamente ha surgido otro proyecto, un poco más avanzado, encabezado por el actual presidente de Spanair y ex vicepresidente económico del FC Barcelona, Ferran Soriano, junto al editor catalán Ernest Folch, de Grup Cultura 03, la editorial Vicens Vives y la cooperativa cultural Abacus. Proliferan, pues, iniciativas y alianzas.
La plataforma de los tres grandes grupos y los agentes han llegado ya a acuerdos, aunque aún no los han firmado. Quieren que los e-books se comercialicen a través de las librerías, mediante códigos de descarga. Alicia González, de la Asociación de Agencias Literarias (ADAL), explica: "Nosotros manejaremos los derechos de los autores, pero no pasaremos por encima de los editores. Trabajamos con ellos". Así, tienen previsto dar los derechos electrónicos de cada título a la editorial que lo tenga en papel. "Difícilmente contrataríamos un libro para imprimirlo en papel si los derechos electrónicos van a parar a otro editor", afirma Francisco Cuadrado, responsable de Ediciones Generales del grupo Santillana.
Los derechos de autor serán más altos para los e-books: entre el 25% y el 40% frente a una media del 10% del papel, cuyo precio de venta al público es mayor. "El autor debe ganar lo mismo con el libro impreso que con el e-book", afirma Riccardo Cavallero, hasta fin de año consejero-delegado de Random House Mondadori y recién nombrado director general de la italiana Mondadori.
Los editores y agentes son prudentes. Los primeros ya han empezado a digitalizar sus libros, una operación costosa y previa a su formato para descarga, fase esta última que oscila entre los 150 y los 200 euros por título. Los segundos firmarán contrato por contrato y, de momento, por periodos cortos de tiempo. La venta de e-books en librerías parece ser una condición imprescindible. "Rechazamos cualquier experimento que pueda perjudicar al librero", asegura el agente Guillermo Schavelzon.
El negocio hoy por hoy está en el papel y para ello se necesitan librerías fuertes. Jesús Badenes, director general de la División de Librerías del Grupo Planeta, tiene todos los números en la cabeza. "En Estados Unidos, uno de los países más avanzados, la venta de e-books sólo representa el 0,6% del mercado; en Reino Unido, el 0,1%. En Francia, durante las pasadas navidades hubo una gran campaña de promoción del dispositivo de lectura Sony Reader. Se vendieron 6.000 y desde entonces sólo se han bajado 15.000 e-books". El gran cambio llegará con "los nuevos digitalizados", según Badenes: los alumnos que estudien on line. "Se empezará por la enseñanza, cuando se sustituya el pupitre por un ordenador. "Tenemos que ofrecer libros digitales a los cibernautas que se interesen por ellos; debemos crear una oferta antes de que haya demanda porque si no encuentran lo que quieren, lo piratearán", dice Javier Martín, de la Agencia Literaria Carmen Balcells.
Balcells no está en el grupo de trabajo de editores y agentes. "Firmamos un acuerdo con el portal Leer-e hace un año y medio. En su portal hay un apartado, Palabras Mayores, dedicado a nuestros libros, donde hay ya 20 o 30 disponibles, y hemos contratado 100. Ellos se encargan de la digitalización", cuenta Martín.
Planeta, Random House y Santillana están convencidos de que en seis meses, para Navidad, puede haber noticias y sorpresas. Por ejemplo, que algún centro comercial empiece a vender a lo grande dispositivos de lectura.
Frente a la plataforma tripartita está 36-L, el proyecto que lideran Soriano y Folch. La nueva empresa pretende convertirse en una gran distribuidora de libros digitales tanto en castellano como catalán para España y Latinoamérica y para todos los operadores del mercado: librerías, grandes centros comerciales... Además, contarán con tienda virtual propia. Para hacer posible todo ello se han aliado con Vicens Vives y con la cooperativa Abacus (25 centros en Cataluña y Valencia). Con una inversión inicial de dos millones de euros, 36-L pretende posicionarse ofreciendo una distribución de autores sin exclusividad, contrariamente a lo que baraja la plataforma de los tres grandes grupos. Además, para Navidad tienen previsto comercializar, a través de las tiendas Abacus, 5.000 lectores electrónicos de diseño propio lanzados a partir de una ambiciosa oferta que, afirman, "revolucionará el mercado del e-book". En octubre podría ser el estallido."Si hay demanda sin oferta, llegará la piratería", dicen en la Agencia Balcells.
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