Investigadores del CSIC han logrado crear una celulosa con bacterias sintetizadas en laboratorio que convierte el calor residual en energía eléctrica. Estos dispositivos podrían usarse en sensores para internet de las cosas, en tecnología wearable y aislamiento térmico inteligente, entre otras aplicaciones.
Papel flexible termoeléctrico de celulosa bacteriana y nanotubos de carbono. / ICMAB-CSIC |