Los vascos no son diferentes genéticamente de cualquier otro español. Así lo confirma el estudio de genética de poblaciones más completo que se ha realizado en España, dedicado a comparar el genoma de los españoles de 10 regiones. Según los resultados, el genoma de los participantes no muestra diferencias geográficas en la Península, hasta el punto de que el genoma de un vasco se parece más al de un valenciano o un extremeño que al de un vasco-francés.
"Los vascos no pueden considerarse un grupo genético aislado y las interpretaciones sobre su origen deben ser revisadas", señala el estudio, dirigido por el investigador de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (UPF) Jaume Bertranpetit.
Trabajos anteriores mantenían que los vascos permanecieron aislados durante siglos y no se mezclaron con el resto de poblaciones ibéricas. Era de esperar que escondieran en su ADN diferencias que podrían confirmar o desechar esa hipótesis. Una interpretación es que, mientras los españoles descienden de agricultores neolíticos, los ancestros vascos se remontan a cazadores y recolectores que llevaban mucho más tiempo en la Península.
Hace casi 20 años, el mismo Bertranpetit fue uno de los principales valedores de la diferencia genética vasca. Se basaba en un análisis de marcadores clásicos presentes en la sangre, como el famoso Rh, que parecía diferenciar al pueblo vasco del resto de poblaciones europeas.
Desde 1991, el progreso de las técnicas de secuenciación ha permitido examinar muchos más marcadores genéticos que los que analizó Bertranpetit. Otro estudio de este investigador ya mostraba, cuatro años más tarde, que el ADN que se hereda de la madre, el mitocondrial, era muy parecido o igual entre vascos y el resto de españoles, lo que apuntaba una mayor cercanía en sus linajes. Se destacaba en los vascos un predominio del haplogrupo H3, un linaje menos común que el H1 que llevan muchos europeos, pero que se remonta a un mismo origen en Oriente Medio hace unos 25.000 años.
Hace un año, otro estudio de 144 marcadores genéticos en franceses, españoles y pueblos del norte de África que incluía a vascos de España y Francia no encontró diferencias destacables.
Bertranpetit y su equipo reniegan ahora del Rh y los otros marcadores clásicos. "No son marcadores ideales para trazar la historia de una población", sentencian. Su equipo ha analizado ahora casi 300.000 marcadores que se extienden por todo el genoma. Estos marcadores, llamados SNP (pronunciado snips), son cambios de una letra en la cadena de ADN de los que se puede inferir el origen de una persona, o su predisposición a sufrir una enfermedad.
El estudio dividió a España en 10 regiones: Galicia, Cantabria y Asturias, Catalunya, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana, este de Andalucía y Murcia, oeste de Andalucía, Extremadura y País Vasco. Se tomó ADN de 30 personas de cada región, con la condición de que sus cuatro abuelos hubieran vivido en ese mismo lugar, para conseguir el máximo arraigo posible. Después se compararon las secuencias de cada área.
"Los resultados del análisis por regiones muestran una falta de estructura geográfica de la variación genética en España y, en particular, que los vascos no se diferencian especialmente", indica el estudio, publicado en la versión on-line de Human Genetics.
Uno a uno
En un segundo análisis se analizaron las 300 muestras de forma individual. "No reveló una separación detectable entre vascos y el resto de españoles", destaca el trabajo. Aunque ninguna diferencia es significativa estadísticamente, los que demuestran más distinción respecto al resto en su ADN son los extremeños, seguidos por los valencianos y, en tercer lugar, los vascos.
Estos últimos, son más parecidos a un español de cualquier región estudiada que a los franceses de origen vasco que viven al otro lado de los Pirineos, según confirmaron los autores del estudio, comparando sus datos con los de ciudadanos franceses recogidos por el HGDP, un proyecto internacional de genética poblacional.
"Cuando se mira todo el genoma, los vascos no se diferencian particularmente del resto de poblaciones de Iberia", comentan los autores. "Confirma algo que se había observado en otros lugares", añade José Martín, de la Unidad de Genética de la Universidad Autónoma de Madrid, que no ha participado en el trabajo. También recuerda que "no existen razas humanas".
El más completo
Es el estudio genético de poblaciones españolas más detallado hasta la fecha, explica Hafid Laayouni, un investigador de la UPF que ha colaborado con Bertranpetit en el trabajo. "Los marcadores clásicos te contaban la evolución de un gen y no la de la evolución de la población a través de todo su genoma", comenta.
Se basaban en el Rh o el HLA, indicadores muy cambiantes, pues están relacionados con el sistema inmune. Los cambios representan ventajas adaptativas, por lo que es probable que se pasen de generación en generación. Los nuevos marcadores han analizado otras regiones del genoma que no tienen función, por lo que, presumiblemente, se han mantenido así durante muchas más generaciones y su información alcanza un tiempo más remoto.
Esos marcadores indican que los vascos se han mezclado más de lo que se pensaba con otros pueblos hasta el punto de no diferenciarse de la mayoría de españoles. "Si hubiera habido un aislamiento, hubiera afectado a todo el genoma, lo que no se ha observado", comenta Layouni. Los datos deberán corroborarse con estudios en los que participen no cientos, sino miles de personas, reconoce el estudio.
La mayor utilidad de este trabajo será en el campo de la medicina, añade el investigador. Los casi 300.000 marcadores analizados servirán para futuros trabajos en los que se busquen genes de enfermedades. "No se deben comparar enfermos gallegos con personas sanas de Catalunya, porque las muestras deben ser lo más parecidas posibles", explica Laayouni.
Ahora, los científicos disponen de una biblioteca de marcadores de 300 personas sanas de 10 regiones que servirán, entre otras cosas, para analizar los procesos de selección natural en los humanos que han poblado la Península.