Steve Jobs presenta su nuevo juguete, el iPad. Recostado en un sofá, muestra lo fácil que es navegar en la tableta. Abre la web del New York Times y, horror, hay vídeos que no se ven, fotos en blanco. Parte de la audiencia se queda fría; parte ríe. Jobs ni arquea una ceja. El iPad no soportará Flash.
"Nadie utilizará Flash. El mundo se está pasando a HTML5". Esto lo diría tres días después en una reunión interna de Apple, por si a alguien le quedaba alguna duda. Como él, cada vez más fabricantes de software y equipos, compañías de Internet, de contenidos y desarrolladores comparten la misma visión: HTML5, la próxima versión del lenguaje utilizado para crear páginas y aplicaciones online, será una pequeña revolución.
Sustituirá a HTML4, aprobado como estándar en 1997, y a extensiones posteriores como XML y XHTML. Y traerá decenas de novedades importantes. Entre ellas, la capacidad de insertar vídeo y audio de forma nativa en el navegador sin necesidad de los conectores (plugs-in) de las Rich Internet Applications (RIA). Adobe Flash es la RIA más extendida para representar vídeo, juegos y animaciones interactivas. Más del 75% del vídeo en la Red se visualiza con Flash. Vive en el 70% de los juegos online y en el 98% de los ordenadores. ¿Un imperio en peligro?
"HTML5 se está moviendo hacia el vídeo, pero estamos seguros de que Flash seguirá siendo el formato preferido", asegura Enrique Duvós, de Adobe. "Hay mucha fragmentación de navegadores y el estándar no estarán listos hasta dentro de unos años".
El consorcio W3C, encargado de desarrollar y aprobar HTML5, asegura que queda poco. "En 2011 o 2012, como muy tarde, estará lista la versión final del estándar", dice Martín Álvarez, responsable en España del W3C. Los desarrolladores más avezados comienzan a experimentar. "¿Ventajas del HTML5? Muchísimas. Flash es el cáncer de Internet: propietario, cerrado y sin control para el programador", dice Isidro Gilabert, director técnico de la creadora de videojuegos Virtual Toys. "HTML5 abre un nuevo mundo".Desde su creación en 1989 por Tim Berners-Lee, el HTML, el lenguaje de la web, ha recorrido un lento camino de versiones. El periodo crítico fue a partir de 1998. El consorcio W3C decidió tomar un nuevo rumbo y desarrollar XHTML, una alternativa a HTML4, el estándar vigente hasta entonces.
La iniciativa no funcionó. La mayoría de los navegadores no soportaron nunca las versiones de XHTML y el mercado se fraccionó. Fueron precisamente los años en los que Adobe Flash comenzó a ganar terreno. Ante la parsimonia del W3C, Apple, Mozilla y Opera formaron en 2004 el grupo independiente WHATWG.
Tres años después propusieron al consorcio retomar el HTML con el estándar HTML5. Ian Hickson, hoy en Google, fue uno de los principales promotores. El W3C aceptó y publicó el primer borrador en enero del 2008. La web volvía a sus inicios, pero mejorada.
"La propuesta fue muy buena. Consideramos que una bifurcación en el camino iba a confundir al mercado y paramos el trabajo en XML para continuar con HTML5", explica Martín Álvarez, de W3C. Así es como Google, Apple, Mozilla y Opera han llegado a ser hoy los grandes impulsores del nuevo estándar. También IBM o Microsoft, aunque en menor medida.
Más posibilidades
HTML5 promete a los desarrolladores un nuevo abanico de posibilidades. Se basa en un renovado sistema de etiquetas y atributos que darán paso a la web semántica. Las páginas incluyen microdatos incrustados en el código, información como fechas y descripciones del contenido. No serán visibles para el internauta, pero los navegadores y aplicaciones podrán comprender los datos representados. La indexación en buscadores será más sencilla.
Otro de los cambios es la posibilidad de incluir directamente en los navegadores audio y vídeo sin necesidad de Flash, Silverlight o JavaFX. "Vemos siempre distintos formatos y reproductores al navegar por la Red, es un problema. HTML5 pretende estandarizar la forma en la que se representa vídeo en la web", dice Álvarez. A los vídeos se podrá además añadir subtítulos, traducciones e información contextual.
YouTube, Vimeo y Dailymotion ya permiten probar vídeos en HTML5 sobre Chrome, Safari e Internet Explorer con el conector Chrome Frame instalado. ¿Ventajas? Poder saltar a cualquier punto del vídeo de forma instantánea y mayor rapidez de carga. Para el desarrollador, menos dolores de cabeza a la hora de picar código.
Eso sí, está por resolver la batalla de los codecs, programas que descodifican los datos a vídeo. Google y Apple apuestan por el propietario H.264. Mozilla y Opera por Ogg Theora, basado en software libre con el apoyo del W3C. Y hay una tercera opción: Google anunció recientemente que liberará el código de otro codec, VP8. Una batalla que podría retrasar la adopción de HTML5.
Para algunos, la gran novedad de este estándar será la posibilidad de crear gráficos y dibujos directamente en el navegador. "La etiqueta canvas es lo más interesante, permitirá crear animaciones interactivas y dibujar directamente en el ordenador", explica Ricardo Cabello (Mr. doob), diseñador y programador español afincado en Londres.
Cabello participó con cinco diseños sobre HTML5 en la iniciativa Chrome Experiments, promovida por Google para demostrar el potencial del lenguaje. Uno de ellos, Harmony, es una aplicación web de dibujo. "La ventaja de HTML5 es que no quedará desfasado como ocurrió con Adobe Shockwave. Lo que hagas hoy seguirá valiendo en 20 años".
Otra mejora será la posibilidad de guardar datos en local (en el ordenador, móvil...), lo que permitirá descargar contenido para ser consumido sin conectarse a la Red. Útil, por ejemplo, para guardar el progreso de un juego y seguir más adelante o para mejorar el rendimiento de las aplicaciones. HTML5 incluirá etiquetas de geolocalización, que daría lugar a nuevas aplicaciones y servicios.
Un desarrollo, muchas pantallas
El potencial de disrupción de HTML5 es aún mayor en móviles y tabletas. El W3C trabaja en crear interfaces (APIs) que permitan trasladar un mismo desarrollo a múltiples equipos (PC, smartphones, tabletas...) y, además, conecten la aplicación con los recursos del aparato: cámara, GPS, acelerador...
"Es el sueño de la portabilidad, que un mismo lenguaje sirva para todas las plataformas. Todavía es utópico, pero con HTML5 creo que nos acercaremos", dice Israel Pastrana, director técnico de la agencia de diseño y publicidad UVE Producers, que ya ha comenzado a utilizar la nueva versión en algunos proyectos.
Isidro Gilabert, de Virtual Toys, cree que HTML5 dará lugar a un modelo híbrido de aplicaciones en smartphones. "Por un lado estarán las aplicaciones nativas, que interactúan con el hardware, con la tarjeta gráfica, el procesador... y por otro las que se ejecutan directamente en el navegador utilizando HTML5, conectadas a Internet para comprar o vender productos, jugar con otras personas... Las posibilidades son enormes", advierte.
Ingenieros de Google trasladaron recientemente el juego Quake II sobre un navegador utilizando HTML5 y WebGL, un estándar que permite utilizar los recursos gráficos del equipo. Firefox ya lo soporta. "Estos desarrollos son perfectos para equipos como el iPad: juegos y aplicaciones sobre el navegador, conectados a Internet y con la posibilidad de servir publicidad online", dice Gilabert. Justo el negocio estratégico al que aspiran Apple y Google. El primero, desde el hardware se está moviendo a las aplicaciones y la publicidad. El segundo, desde la Red y el PC, quiere conquistar la Internet móvil. Ambos se encontrarán en el HTML5.