Científicos de la Universidad de Lancaster (Reino Unido) han analizado
las repuestas de fetos ante imágenes lumínicas para determinar en qué
momento los bebés muestran su preferencia por las caras frente a otras
formas. Los hallazgos indican que su fijación por los rostros comienza
en la fase fetal. De forma paralela, los autores han descubierto que la
luz exterior puede atravesar los tejidos humanos y llegar al útero.
Observación de un feto a través de un ultrasonido 4D. / Kirsty Dunn & Vincent Reid |