Un trabajo con participación del investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Francisco Guinea ha caracterizado por primera vez con precisión los efectos de la interacción entre los electrones del grafeno. El estudio, que se publica en el último número de Nature Physics y en el que también han participado los Nobel de Física 2010 Andre Geim y Konstantin Novoselov, vuelve a demostrar que los electrones de este material se comportan de forma similar a las partículas de alta energía que se estudian en el LHC y en otros laboratorios.
El grafeno es un material bidimensional, a caballo entre un metal y un semiconductor, compuesto por una sola capa de átomos de carbono colocados en una red hexagonal. Se caracteriza por tener el espesor mínimo permitido por las leyes de la física y por ciertas deformaciones que dan lugar a campos magnéticos muy elevados. Cuando Geim y Novoselov, de la Universidad de Manchester, consiguieron aislar grafeno en 2004, abrieron también las puertas al conocimiento de estas y otras propiedades únicas, entre las que también se incluyen la gran velocidad que alcanzan los electrones y la alta calidad de los cristales.