Un estudio liderado por el CSIC revela que estos compuestos contribuyen a regular la carga de este gas contaminante de efecto invernadero.
Un estudio internacional liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) muestra que la destrucción global de ozono troposférico debido a los halógenos reactivos (cloro, bromo y yodo) emitidos desde los océanos representa una fuerte amortiguación natural al incremento antropogénico de este gas contaminante durante el siglo XXI. Los hallazgos, que se publican en la revista Nature Climate Change, revelan la gran capacidad de estos compuestos naturales para regular la carga de ozono troposférico, que también es un gas de efecto invernadero, a medida que aumenta la temperatura durante este siglo.
FOTO: Alfons Puertas / Observatorio Fabra |