La gran ciudad no parece el hábitat adecuado para que vivan aves rapaces, pero la naturaleza, a veces, depara sorpresas. En pleno centro de Madrid, por ejemplo, logran vivir y reproducirse animales tan esquivos como los halconesY no es algo excepcional. Ésta es la tercera primavera en la que la misma pareja de halcones ha decidido anidar en lo alto de la torre del Museo de América, situada a escasos metros de la A-6, la gran autovía de varios carriles que es una de las grandes puertas de acceso a la capital.
El resultado: tres polluelos bien hermosos han sido presentados a los medios de comunicación por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), la ong conservacionista especializada en aves. Los motivos principales para la intervención han sido dos: realizar un examen veterinario y entregar a cada espécimen su 'DNI', una anilla numerada que se les coloca en la pata.
Las crías, dos machos y una hembra, nacieron hace apenas un mes, hacia el 15 de abril, según comenta Blas Molina de SEO/BirdLife. Y aunque por su apariencia se podría decir que están bastante sanos, les han tomado varias muestras para analizar. Debido a su dieta están expuestos a muchas enfermedades, como la trichomoniasis, una infección que transmiten las palomas urbanas, que no son un dechado salud precisamente. De hecho, uno de los polluelos de halcón que nació el año pasado murió por esta enfermedad.
Cajas nido en plena ciudad
El comienzo de esta historia se remonta al año 2002, cuando un halcón macho anidó en la torre del museo. A pesar de las bonitas vistas hacia el parque del Oeste y la ciudad universitaria no encontraba una novia que apreciara su nidito. Así que en 2007 la SEO/BirdLife le colocó un par de cajas nido en dos puntos de la torre. Poco después ya había crías.
Es sorprendente que estos halcones se encuentren tan a gusto en una ciudad como Madrid, ya que su habitat natural son los cortados rocosos. Sin embargo, no son los únicos: otras tres parejas han anidado en Retiro, en la zona del hospital Gómez Ulla y en Arturo Soria, todas ellas en el área metropolitana de Madrid. "Por el comportamiento que tienen estas aves podrían ser ejemplares escapados a alguien dedicado a la cetrería", indica Molina.
Los halcones peregrinos viven en la campiña madrileña, es decir, las zonas de alrededor de los ríos Tajo, Tajuña, Henares y Jarama. Sin embargo, esta especie está desapareciendo por culpa de los pesticidas y el aumento exponencial de la población de búho real (su depredador natural).
Concepción García Sáiz, la directora del Museo de América, cuenta que tienen previsto colocar una cámara web en las cercanías de la caja nido para que cualquiera pueda ser testigo del nacimiento y desarrollo de estas crías. Sin embargo, esta idea todavía no tiene financiación, por lo que desgraciadamente va a haber que esperar.
WEB: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/08/ciencia/1241795213.html
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