Las interfaces cerebro-ordenador han evolucionado notablemente en los
últimos años, pero su funcionamiento general continúa dependiendo de
procedimientos invasivos poco prácticos, que pueden traer
complicaciones. En esta oportunidad, un grupo de expertos provenientes
de España, Francia y Estados Unidos han creado una plataforma no
invasiva que permite a dos cerebros comunicarse entre sí, utilizando
electroencefalografía, y conectividad a través de Internet, los
resultados se han publicado en la revista PLOS ONE
El término oficial para describir el intercambio de información entre dos personas sin utilizar canales sensoriales tradicionales y/o mecanismos físicos, no es otro más que telepatía. Por supuesto, ya sabemos lo que opina la ciencia sobre la telepatía, pero esa opinión no ha impedido que los expertos desarrollen alternativas tecnológicas, sino todo lo contrario.
Después de todo, que el cerebro humano se comunique directamente con algo o alguien tiene un potencial gigantesco. Pensemos por un momento en todas esas prótesis controladas con la mente, y en aquellas personas que debido a ciertas condiciones avanzadas no pueden utilizar ningún método clásico de comunicación. Si el cerebro está intacto, la capacidad de comunicarse no se ha ido a ninguna parte. La clave está en crear otros caminos.
Así es como nos encontramos con un nuevo sistema desarrollado por científicos de la Universidad de Barcelona, Starlab Barcelona, Axilum Robotics (Francia) y el Centro Berenson Allen para la Estimulación Cerebral No Invasiva de la Escuela Médica de Harvard.
Las condiciones elementales para el sistema son tres: Que sea cortical, no invasivo, y dirigido de forma consciente. En total, el proyecto contó con la ayuda de cuatro participantes, uno de ellos asumiendo el rol de “emisor”, y los otros tres de “receptores”. El sistema es capaz de cubrir grandes distancias, ya que el emisor se encontraba en la India, y los tres receptores en Francia. Los receptores fueron estimulados con tecnología transcraneal magnética sobre puntos específicos de la corteza occipital.
Después de todo, que el cerebro humano se comunique directamente con algo o alguien tiene un potencial gigantesco. Pensemos por un momento en todas esas prótesis controladas con la mente, y en aquellas personas que debido a ciertas condiciones avanzadas no pueden utilizar ningún método clásico de comunicación. Si el cerebro está intacto, la capacidad de comunicarse no se ha ido a ninguna parte. La clave está en crear otros caminos.
Así es como nos encontramos con un nuevo sistema desarrollado por científicos de la Universidad de Barcelona, Starlab Barcelona, Axilum Robotics (Francia) y el Centro Berenson Allen para la Estimulación Cerebral No Invasiva de la Escuela Médica de Harvard.
Las condiciones elementales para el sistema son tres: Que sea cortical, no invasivo, y dirigido de forma consciente. En total, el proyecto contó con la ayuda de cuatro participantes, uno de ellos asumiendo el rol de “emisor”, y los otros tres de “receptores”. El sistema es capaz de cubrir grandes distancias, ya que el emisor se encontraba en la India, y los tres receptores en Francia. Los receptores fueron estimulados con tecnología transcraneal magnética sobre puntos específicos de la corteza occipital.
Una segunda transmisión se llevó a cabo desde España hacia Francia, y
los mensajes escogidos fueron “hola” y “ciao”, codificados con un
cifrado Bacon de cinco bits (se emplearon 20 bits), replicados siete
veces por razones de redundancia (lo que totalizó 140 bits) y
transmitidos vía correo electrónico para su decodificación al otro lado.
En el primer experimento, el margen de error combinado fue del 11 por ciento, mientras que en el segundo se redujo al 4 por ciento, seguramente debido a la diferencia en la distancia. Si tenemos en cuenta el estado actual de la tecnología, un margen de error global del 15 por ciento para los dos experimentos, es impresionante.
Referencia bibliográfica:
Carles Grau et al. "Conscious Brain-to-Brain Communication in Humans Using Non-Invasive Technologies" PLOS ONE. August 19, 2014. DOI: 10.1371/journal.pone.0105225
Fuente: Neoteo
En el primer experimento, el margen de error combinado fue del 11 por ciento, mientras que en el segundo se redujo al 4 por ciento, seguramente debido a la diferencia en la distancia. Si tenemos en cuenta el estado actual de la tecnología, un margen de error global del 15 por ciento para los dos experimentos, es impresionante.
Referencia bibliográfica:
Carles Grau et al. "Conscious Brain-to-Brain Communication in Humans Using Non-Invasive Technologies" PLOS ONE. August 19, 2014. DOI: 10.1371/journal.pone.0105225
Fuente: Neoteo
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