Investigadores de la Universidad de Zaragoza trabajan para mejorar la incorporación de insecticidas en materiales plásticos para el control de mosquitos y otros insectos vectores que ayuden a prevenir enfermedades de transmisión vectorial como chikunguña, chagas, malaria, dengue y leishmaniosis. Las redes mosquiteras, la ropa, el calzado e incluso el empaquetado y embalaje de productos alimentarios para su exportación internacional son algunos de los objetos que van a ser tratados dentro de un proyecto ministerial.
Este trabajo surge tras comprobar la utilidad de las microcápsulas Inesfly en la pintura de las viviendas, capaces de liberar biocidas de forma progresiva durante tres años Materiales inteligentes con insecticidas y repelentes contra los mosquitos en ropa, calzado y empaquetado de alimentos. Javier Lucientes, investigador de la Universidad de Zaragoza, trabaja con dos empresas en un proyecto ministerial que ayude a prevenir enfermedades de transmisión vectorial como Chikungunya, Chagas, Malaria y Dengue. El trabajo surge tras comprobar la utilidad de las microcápsulas Inesfly en la pintura de las viviendas, capaces de liberar biocidas de forma progresiva durante tres años.
Las redes mosquiteras, la ropa, el calzado e incluso el empaquetado y embalaje de productos alimentarios para su exportación internacional son algunos de los objetos que van a ser tratados dentro de un proyecto ministerial en el que participa Javier Lucientes, profesor titular de Patología Animal y miembro del grupo Parasitología Molecular y Enfermedades Metaxénicas del campus público aragonés y las empresas Inesfly Corporation y la Asociación de Investigación de Materiales Plásticos (Aimplas).
El uso de esta tecnología puede ser de gran transcendencia en los próximos años especialmente para los países tropicales y mediterráneos que están siendo colonizados por especies de mosquitos invasoras como, entre otros, el mosquito tigre (Aedes albopictus). Esta especie es el vector de enfermedades como el Dengue o el Chikungunya, enfermedad de la que se ha diagnosticado recientemente el primer caso autóctono en España.
Estos nuevos desarrollos surgen tras el trabajo de investigación que durante años ha desarrollado Javier Lucientes, quien ha demostrado la utilidad de la tecnología Inesfly, mediante microcápsulas poliméricas, contra el mosquito tigre asiático (Aedes albopictus), transmisor del Dengue y el Chikungunya, y contra el mosquito Aedes aegypti, transmisor de la Fiebre amarilla, al liberar insecticidas e inhibidores de crecimiento (biocidas) de forma progresiva durante cerca de tres años, aplicados tanto en la pintura del interior y exterior de las viviendas.
El cambio climático y la globalización están favoreciendo la colonización de estos mosquitos en los países desarrollados y puede originar focos de estas enfermedades tropicales. El Dengue es una enfermedad vírica, que cursa como una gripe muy fuerte con fiebre muy alta, mientras que el dolor de las articulaciones es característico de la Chikungunya el nombre procede de una palabra de los indígenas del Pacífico, que significa hueso roto.
Transferencia
Ahora, gracias al respaldo obtenido en la última convocatoria del Programa Retos Colaboración del Ministerio de Económica y Competitividad (MINECO), gestionada a través de la OTRI del Vicerrectorado de Transferencia e Innovación tecnológica de la Universidad de Zaragoza, se desarrollará y ampliará esta transferencia del conocimiento con aplicaciones muy dispares a lo largo de tres años.
En concreto, este proyecto, liderado por Inesfly, y con una financiación de 372.321,80 (de los que 37.435 son para la Universidad de Zaragoza), definirá y diseñará la producción a gran escala de nuevos microencapsulados capaces de proteger a los agentes activos de las agresiones térmicas y químicas del procesado de los plásticos.
De este modo, intentan descubrir qué técnicas de fabricación de plásticos espumados se precisan para introducir microcápsulas Inesfly para que puedan ser utilizados, por ejemplo, en redes mosquiteras en los Trópicos que eviten el contagio de Malaria, o incluso en el calzado, ya que existen especies de mosquitos Anopheles, que vuelan muy bajos y que suelen atacar a tobillos y piernas. También se baraja incorporar una capa plástica a la ropa, que sirva de protección contra los mosquitos, o para recubrir y proteger el empaquetado y embalaje de productos alimentarios para su exportación internacional.
Igualmente, se trabajará en la protección de las maderas, para evitar la introducción de coleópteros, frecuentes en los armazones de madera o palés que se utilizan en el transporte de mercancías y alimentos. Y hasta en ganadería, para el desarrollo de collares con insecticidas para combatir garrapatas, pulgas y mosquitos.
Liberación lenta y gradual.
Dado que la microencapsulación permite una liberación lenta y gradual, la cantidad de los insecticidas en el ambiente es muy baja, lo que disminuye considerablemente la, ya de por sí, baja toxicidad. La tecnología Inesfly, basada en microcápsulas, que se emplea desde hace unos años con éxito en multitud de proyectos internacionales de salud, fue creada por la investigadora química Dra. Pilar Mateo, presidenta de Inesfly Corporation.
Las microcápsulas introducidas en pintura o laca liberan los principios activos de una forma progresiva, de tal manera, que cuando se va eliminando las diferentes capas de pintura, progresivamente se va exponiendo la misma cantidad del insecticida sobre la superficie.
Una de las ventajas de disponer siempre de la misma cantidad del producto insecticida consigue que la resistencia a estos productos por parte de estos insectos sea prácticamente nula.
Fuente:UNIZAR
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