La colaboración entre el observatorio estadounidense LIGO y el europeo
Virgo ha hecho posible la detección de una onda gravitacional, una
distorsión del espacio-tiempo, por cuarta vez. La observación se produjo
el pasado 14 de agosto y se relaciona con los momentos finales de la
fusión de dos agujeros negros con masas alrededor de 31 y 25 veces la
del Sol, a unos 1.800 millones de años luz de distancia.
Simulación de la fusión de los dos agujeros negros de los que proceden las ondas detectadas. / LIGO/SXS |
Un equipo de físicos ha logrado detectar una onda gravitacional, una distorsión del espacio-tiempo predicha por Albert Einstein, por cuarta vez.
Los
investigadores, entre los que participan científicos de la Universidad
de las Islas Baleares, han registrado la señal al observar la fusión de
agujeros negros con dos redes de interferómetros: los de LIGO, de EE UU y su equivalente europeo Virgo.
Así se ha conseguido la cuarta detección de un sistema binario de
agujeros negros, que es la la primera señal de ondas gravitacionales
registrada por Virgo.
Los dos detectores de LIGO, localizados en
Livingston (Louisiana) y Hanford, (Washington) y el detector Virgo,
localizado cerca de Pisa (Italia), registraron una señal de onda
gravitacional transitoria producida por la fusión de dos agujeros negros
de masa estelar. El hallazgo ha sido publicado esta semana en la
revista Physical Review Letters.
Los
observatorios detectaron el pasado 14 de agosto una fuente conocida
como GW170814 que se ha relacionado con los momentos finales de la
fusión de dos agujeros negros con masas alrededor de 31 y 25 veces la
masa del sol, ubicados a unos 1.800 millones de años luz de distancia.
El nuevo agujero negro giratorio tiene cerca de 53 veces la masa de
nuestra estrella, lo que significa que cerca de tres masas solares se
convirtieron en energía gravitatoria durante la fusión, indican los
científicos de la Universidad de las Islas Baleares (UIB).
Contribución de España
El Grupo de Relatividad
y Gravitación (GRG) de la universidad balear es el único grupo español
que ha tomado parte en las cuatro detecciones de ondas gravitacionales. A
través de su participación en la colaboración científica LIGO, ha
contribuido de manera relevante a este nuevo hallazgo, ya que ha
aportado los modelos de señales de onda gravitacional de los agujeros
negros.
“Estos modelos se comparan con los datos registrados por
los detectores LIGO y Virgo, y son necesarios para identificar las
fuentes de las señales, por ejemplo, si son agujeros negros o estrellas
de neutrones, o para determinar sus masas. Tenemos un año muy intenso
por delante”, dice el doctor Sascha Husa, del GRG.
El próximo
período de observación comenzará en el otoño de 2018 con una
sensibilidad significativamente mejorada. “Esperamos detectar varias
señales al mes, lo que requerirá desarrollar modelos mucho más precisos
de la señal de onda gravitacional para extraer toda la información de
estos eventos”, añade Husa.
El nuevo descubrimiento es
especialmente importante para la comunidad española de las ondas
gravitacionales, ya que un grupo de investigación de la Universidad de
Valencia, liderado por el doctor José Antonio Font, se ha unido
recientemente a la Colaboración Virgo.
Referencia bibliográfica:
The LIGO
Scientific Collaboration and The Virgo Collaboration. “GW170814 : A
three-detector observation of gravitational waves from a binary black
hole coalescence”. Physical Review Letters (27 de septiembre, 2017).
FUENTE: SINC
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