Procedente de Asia y especialmente dañina con la planta que le da nombre, la polilla del boj (Cydalima perspectalis) ha
logrado expandirse por la mayoría de países europeos y el norte de
España, convirtiéndose en una plaga. Un equipo de investigación liderado
por la Universidad Complutense de Madrid ha encontrado por primera vez
en Madrid cuatro ejemplares de esta especie invasora en el Real Jardín
Botánico del CSIC.
Uno de los individuos de Cydalima perspectalis encontrados en el Real Jardín Botánico. / Antonio Vives Moreno |
Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del
Real Jardín Botánico del CSIC han encontrado, por primera vez en Madrid,
cuatro individuos de la especie invasora Cydalima perspectalis, la polilla del boj.
“Si su presencia en Madrid fuese permanente, probablemente causaría muchos daños en los boj
ya que es una planta que recientemente está siendo muy utilizada en
jardinería ornamental por toda Europa”, explica Irene Gómez Undiano,
investigadora del departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de
la UCM en el momento del estudio.
Si bien es cierto que los investigadores no pueden asegurar cómo se ha producido la introducción de C. perspectalis en Madrid, todo apunta a que ese uso ornamental del boj ha propiciado su comercio, y con él la dispersión de esta especie, que tiene una gran capacidad de adaptación.
Los resultados de la investigación, publicados en SHILAP- Revista de Lepidopterología,
recogen cómo tres de las polillas cayeron a la vez en una trampa de
feromonas tipo “unitrap” en agosto de 2018 y el cuarto individuo lo hizo
un mes después.
“Esta especie se considera invasora puesto que ha tenido la capacidad de ampliar su área de distribución desde Asia,
colonizando aquellas zonas a las que ha llegado de forma antrópica,
independientemente de que haya ocurrido de manera intencionada o
accidental”, indica Gómez Undiano.
“Esto, sumado a los daños que
producen tanto en los boj utilizados en parques y jardines como en el
resto de estas plantas que están presentes en la Península, hace que
esta especie sea considerada una plaga y pueda
conllevar graves pérdidas económicas”, añade Patricia Martínez
Ovejero, compañera en la investigación y también bióloga.
De
momento, tranquilizan las científicas, podría tratarse de un hecho
aislado ya que los cuatro individuos son macho y los parques de Madrid
no cuentan con registros de la especie.
El primer ejemplar que se
detectó en Europa fue en Alemania, en 2007, y a partir de ahí se ha
contabilizado en otros 24 países. En España, por primera vez, se citó
oficialmente en Galicia y Cantabria en 2014 y, posteriormente en Cataluña en
2017. En todas estas comunidades del norte el ambiente propicia su
expansión. Has ahora, no se había citado ningún individuo en la zona
central del país.
Según Naciones Unidas, las especies
invasoras son la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el
mundo y, en Europa, una de cada tres especies está en peligro crítico de
extinción por esta creciente amenaza. A los problemas ecológicos
derivados de la pérdida de diversidad autóctona, y degradación de los
hábitats, WWF España advierte del elevado coste económico que suponen.
Referencia bibliográfica:
I. Gómez- Undiano, P. Martínez- Ovejero, S. Villegas, N. Prieto, A. Herrero y A. Vives Moreno. “Primera cita de Cydalima perspectalis (Walker, 1859) para Madrid, España (Lepidoptera: Crambidae, Spilomelinae). Shilap- Revista de Lepidopterología, 46 diciembre 2018. eISSN: 2340-4078 ISSN: 0300-5267.
Fuente: Universidad Complutense de Madrid
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