27 ago 2009

Una camiseta que vigila el corazón.



No detecta el mal de amores, pero la camiseta que está desarrollando Nuubo supervisa exhaustivamente el corazón de quien la lleva puesta. Es un textil inteligente. Esta pequeña empresa es joven en todos los sentidos. Sus tres directivos no superan los 36 años y la media de edad de sus 14 empleados ronda los 32. Rodrigo Miranda, Agustín Macía y Luis Sánchez abrieron Nuubo en 2006. Su negocio se basa en el desarrollo de una camiseta capaz de monitorizar de manera profesional el corazón de quien la usa. "El objetivo principal es sacar a los pacientes del hospital para que puedan hacer su vida normal, a la vez que el centro reduce el número de camas ocupadas", afirma Rodrigo Miranda, su director ejecutivo.


Él mismo nos abre la puerta de su pequeña empresa. Sin secretarias ni recepciones de por medio. Nuubo ocupa la segunda planta de un edificio en la zona industrial de Las Matas, a las afueras de Madrid. En esas mismas oficinas se fabricarán los primeros cien dispositivos, que llevan diseñando y mejorando desde hace tres años. Estarán listos a finales de año.

La apariencia de esta prenda inteligente es la de una camiseta interior. Lo que no se nota es que a la altura del pecho una banda de tela alberga un dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito y unos cuatro milímetros de ancho que es la clave de la nueva tecnología. Este pequeño mando es capaz de contar los latidos del corazón a través de sus sensores, diseñar un electrocardiograma de calidad médica, detectar el ritmo de la respiración, la temperatura corporal y comprender si el portador de la camiseta está de pie, caminando, tumbado, dormido o si se ha caído.

El artilugio se completa con un móvil que puede llevar tanto el paciente como el doctor que le atiende. El teléfono envía todos los datos a través de cualquier conexión Wifi al hospital y, cuando el enfermo no está conectado a la red, la información se almacena en la tarjeta de memoria para enviarla más tarde. Por último, los ordenadores del centro médico cruzan los datos y hacen saltar las alarmas si algún valor está fuera de los parámetros convenientes.



Aunque aún no se ha comercializado, la idea de Nuubo se pondrá en marcha después de verano en el hospital La Fe de Valencia. Además, antes de que termine 2009 estará implantado en el hospital La Paz de Madrid, y varios equipos de fútbol de primera división han mostrado su interés por estas camisetas inteligentes. "Los clubes podrían asegurar la salud de sus jugadores monitorizándolos durante los entrenamientos y será posible anticiparse a fatalidades como la que le sucedió al jugador del Sevilla Antonio Puerta". El futbolista murió repentinamente sobre el terreno de juego de una insuficiencia cardiaca que no se había detectado, cuenta Miranda.

También han fabricado 20 dispositivos para Telefónica, con la que comparten un proyecto de E-Health en el que combinarán sus terminales con el textil inteligente de Nuubo. Hasta implantar sus dispositivos en un ambiente hospitalario, esta compañía innovadora ha contado con la financiación de entidades privadas que han confiado en su proyecto: el fondo de capital de riesgo Perennius, la Caja de Ahorros de Navarra y la inversión de seis socios capitalistas que participan en los sueños de este pequeño gigante.

Hoy siguen mejorando el producto. "Las progresos que estamos llevando a cabo se centran en tres aspectos", explica Miranda. "El primer objetivo es reducir al máximo el tamaño y el consumo de la batería. El segundo, optimizar los sensores del textil y, por último, hacer compatibles nuestros datos con los sistemas de los hospitales". Para ello se están sometiendo a la revisión de los estándares de la Unión Europea. El precio de todo el dispositivo es de 400 euros, cuando los aparatos similares que existen actualmente en los hospitales rondan los 6.000 euros.

La visión del cardiólogo

El doctor Rafael Rodríguez Gil, cardiólogo de la Universidad Politécnica de Valencia será el encargado de poner en marcha en pacientes los primeros dispositivos. "Desde el punto de vista cardiológico se ha aumentado la capacidad de diagnóstico con un electrocardiograma más completo y un diagnóstico continuado". Rodríguez explica que una de las ventajas de las camisetas que vigilan el corazón es poder monitorizar al paciente en su ambiente normal, ya que muchas veces en las pruebas de esfuerzo los pacientes están nerviosos y los valores se alteran artificialmente. Añade, además, que al no tener que atender a los enfermos uno por uno, cada doctor puede tener un mayor número de pacientes. Pero la ventaja principal del dispositivo es la anticipación. "Antes de que el paciente comience a sentir los primeros síntomas físicos, a nosotros nos llega una alerta en el hospital y podemos actuar antes de que se desencadene un cuadro agudo".

Su equipo médico utilizará las camisetas de Nuubo en enfermos en la segunda y tercera fase de la rehabilitación cardiaca con usuarios del hospital La Fe de Valencia. La primera fase dura 16 semanas y es el momento en que hay que estar más pendiente, porque el paciente se está recuperando de las cicatrices de la operación. La segunda es a partir de la semana 16 y dura toda la vida. Esta fase es en la que el paciente se adentra de nuevo en su entorno social. "Cualquier enfermo de corazón tiene miedo a una recaída y todos se compran un pulsómetro para sentirse seguros cuando salen a la calle. Por eso, en el hospital La Fe están deseando que lleguen las camisetas".





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