Imagínese un futuro con tabletas ultrafinas que podrían enrollarse bajo el brazo o doblar en el bolsillo, sobre las que se proyectarían imágenes de altísima resolución. Puede sonar a ciencia ficción, pero un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford acaba de dar un gran paso adelante hacia la creación de pantallas flexibles del grosor de un cabello humano, en las que podríamos leer textos y ver fotos o vídeos con una calidad impresionante.
Esta nueva tecnología, recién presentada en la revista Nature y patentada por la empresa británica Isis Innovation,
podría utilizarse para fabricar móviles y tabletas con pantallas
plegables, gafas y lentes de contacto inteligentes e incluso parabrisas
de vehículos sobre las que se proyectarían imágenes. «Todavía quedan
muchos desafíos por superar. Aún estamos dando los primeros pasos, pero
ya hemos logrado demostrar que nuestra tecnología permitirá el
desarrollo de este tipo de pantallas», asegura Harish
Bhaskaran, uno de los autores principales de este hallazgo.
Una capa minúscula de un material de cambio de fase (GST), es decir, que se va transformando entre dos estados químicos cuando recibe el impacto de la corriente eléctrica, es la clave del funcionamiento de este invento. Según Bhaskaran, la tecnología descubierta «es capaz de crear imágenes de tan sólo 70 nanómetros (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro)». Sin embargo, el científico de Oxford asegura que son extremadamente nítidas, «unas 150 veces más precisas que las que puedes ver en un iPhone 5S o un Galaxy S5», lo que demuestra la posibilidad de crear imágenes sobre superficies plegables con una resolución ultra-alta.
Para que la tecnología funcione, el GST debe estar intercalado entre dos capas de óxido de indio y estaño (ITO) a modo de sándwich porque, según explica Bhaskaran, «los materiales transparentes como el vidrio no conducen la electricidad, y los metales que sí lo hacen no son transparentes y no permiten utilizar colores. Pero existen materiales como el ITO que nos permiten conducir la electricidad y cambiar el color».
El primer objetivo de estos científicos es crear un nuevo soporte para los medios de comunicación y los libros: periódicos o revistas digitales y ebooks de papel electrónico ultrafino que podrían enrollarse. Además, los investigadores británicos creen que las pantallas basadas en esta tecnología podrían alterar entre un modo de color e-reader que ahorraría energía y un modo de visualización de vídeo que utilizaría una luz de fondo. Sin embargo, el equipo de Oxford todavía no ha completado su primer prototipo, sino que únicamente ha demostrado de manera experimental que esta tecnología es posible.
En todo caso, Bhaskaran está convencido de que las primeras pantallas flexibles y ultrafinas no tardarán mucho en llegar, y de hecho se atreve a predecir que su fabricación podría lograrse a lo largo de los próximos cinco años. «Ya hemos demostrado que funciona en superficies de alrededor de 200 nanómetros de espesor», asegura. Además, confía en que esta tecnología pueda fabricarse con materiales de bajo coste.
Si se cumplen sus expectativas, no sólo disfrutaremos de periódicos y revistas electrónicas enrollables, sino que las ópticas podrán ofrecer al público un producto mucho más sofisticado más que los tradicionales cristales graduados. El profesor Bhaskaran cree que su tecnología abrirá la puerta a la creación de gafas o lentes de contacto inteligentes que proyectarían imágenes de gran nitidez, e incluso retinas sintéticas que imitarían las habilidades de las células fotorreceptoras del ojo humano.
Según explica el investigador de Oxford, «debido a la alta resolución de nuestra tecnología, podremos crear una pantalla muy pequeña, incluso tan fina como una lente de contacto, en la que se podrán proyectar imágenes».
En cuanto a la posibles aplicaciones médicas, las retinas inteligentes todavía están bastante lejos, pues según Bhaskaran «funcionarían al revés y todavía es una teoría no demostrada». Sin embargo, está convencidos de que es un objetivo viable a largo plazo.
Referencia bibliográfica:
Peiman Hosseini, C David Wright & Harish Bhaskaran."An optoelectronic framework enabled by low-dimensional phase-change films". Nature, 10 July 2014. Doi:10.1038/nature13487
Fuente:
http://www.elmundo.es
Una capa minúscula de un material de cambio de fase (GST), es decir, que se va transformando entre dos estados químicos cuando recibe el impacto de la corriente eléctrica, es la clave del funcionamiento de este invento. Según Bhaskaran, la tecnología descubierta «es capaz de crear imágenes de tan sólo 70 nanómetros (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro)». Sin embargo, el científico de Oxford asegura que son extremadamente nítidas, «unas 150 veces más precisas que las que puedes ver en un iPhone 5S o un Galaxy S5», lo que demuestra la posibilidad de crear imágenes sobre superficies plegables con una resolución ultra-alta.
Para que la tecnología funcione, el GST debe estar intercalado entre dos capas de óxido de indio y estaño (ITO) a modo de sándwich porque, según explica Bhaskaran, «los materiales transparentes como el vidrio no conducen la electricidad, y los metales que sí lo hacen no son transparentes y no permiten utilizar colores. Pero existen materiales como el ITO que nos permiten conducir la electricidad y cambiar el color».
El primer objetivo de estos científicos es crear un nuevo soporte para los medios de comunicación y los libros: periódicos o revistas digitales y ebooks de papel electrónico ultrafino que podrían enrollarse. Además, los investigadores británicos creen que las pantallas basadas en esta tecnología podrían alterar entre un modo de color e-reader que ahorraría energía y un modo de visualización de vídeo que utilizaría una luz de fondo. Sin embargo, el equipo de Oxford todavía no ha completado su primer prototipo, sino que únicamente ha demostrado de manera experimental que esta tecnología es posible.
En todo caso, Bhaskaran está convencido de que las primeras pantallas flexibles y ultrafinas no tardarán mucho en llegar, y de hecho se atreve a predecir que su fabricación podría lograrse a lo largo de los próximos cinco años. «Ya hemos demostrado que funciona en superficies de alrededor de 200 nanómetros de espesor», asegura. Además, confía en que esta tecnología pueda fabricarse con materiales de bajo coste.
Si se cumplen sus expectativas, no sólo disfrutaremos de periódicos y revistas electrónicas enrollables, sino que las ópticas podrán ofrecer al público un producto mucho más sofisticado más que los tradicionales cristales graduados. El profesor Bhaskaran cree que su tecnología abrirá la puerta a la creación de gafas o lentes de contacto inteligentes que proyectarían imágenes de gran nitidez, e incluso retinas sintéticas que imitarían las habilidades de las células fotorreceptoras del ojo humano.
Según explica el investigador de Oxford, «debido a la alta resolución de nuestra tecnología, podremos crear una pantalla muy pequeña, incluso tan fina como una lente de contacto, en la que se podrán proyectar imágenes».
En cuanto a la posibles aplicaciones médicas, las retinas inteligentes todavía están bastante lejos, pues según Bhaskaran «funcionarían al revés y todavía es una teoría no demostrada». Sin embargo, está convencidos de que es un objetivo viable a largo plazo.
Referencia bibliográfica:
Peiman Hosseini, C David Wright & Harish Bhaskaran."An optoelectronic framework enabled by low-dimensional phase-change films". Nature, 10 July 2014. Doi:10.1038/nature13487
Fuente:
http://www.elmundo.es
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