La vacuna RTS,S de la malaria podría favorecer la producción de una serie de anticuerpos protectores tras infección por el parásito, según un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona. Los resultados, publicados en BMC Medicine, identifican qué antígenos (o fragmentos proteicos) podrían incluirse en el diseño de futuras vacunas multivalentes, más eficaces.
Anillos de Plasmodium falciparum al microscopio / ISGlobal |
La inmunidad contra un patógeno puede adquirirse de manera natural (es decir, tras la exposición natural al mismo) o gracias a una vacuna.
En ocasiones, los mecanismos tras estos dos tipos de inmunidad no son
los mismos, particularmente en el caso de parásitos con ciclos de vida
complejos, como Plasmodium falciparum, el parásito que causa la malaria.
El equipo de Carlota Dobaño, investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal),
lleva varios años estudiando la respuesta inmune inducida por la RTS,S,
la vacuna más avanzada contra la malaria que se implementará este año a
gran escala en África subsahariana.
En este estudio quisieron
evaluar cómo afecta la vacunación a la inmunidad natural adquirida
posteriormente contra el parásito. “Hasta ahora, la gran mayoría de los
estudios de la RTS,S se han concentrado en evaluar respuestas
específicas de la vacuna, y no en evaluar su influencia sobre respuestas
hacia otros antígenos del parásito”, explica Gemma Moncunill, última autora del estudio. La vacuna RTS,S solo contiene un antígeno del parásito: un fragmento de la proteína CSP.
El equipo investigador analizó muestras de suero obtenidas de un total de 195 niñas y niños, vacunados o controles
El equipo investigador analizó muestras de suero obtenidas de un
total de 195 niñas y niños, vacunados o controles, que participaron en
la fase 3 del ensayo clínico de la RTS,S y a los que
siguieron durante 12 meses. De ellos, 78 eran de Kintampo, Ghana, una
zona con elevada transmisión de malaria, y 115 eran de Manhiça,
Mozambique, donde la transmisión es baja a moderada.
Los expertos estudiaron los niveles y tipo de anticuerpos dirigidos contra un total de 38 fragmentos proteicos (o antígenos) de P. falciparum, incluyendo la proteína CSP, antes y después de la vacunación.
Encontraron tres perfiles de respuestas
de anticuerpos frente a estos antígenos: los que disminuyen tras la
vacunación, los que no cambian, y los que aumentan. Los del primer grupo
en general son marcadores de exposición al parásito y estaban asociados
a un mayor riesgo de contraer malaria.
Los del tercer grupo se
asociaron a una mayor protección –redujeron a la mitad el riesgo de
contraer malaria–. Estos anticuerpos protectores
reconocen mayoritariamente a antígenos expresados por las fases del
parásito que circulan en la sangre y que infectan a los glóbulos rojos.
“Pensamos
que la eficacia parcial de la RTS,S permite que, cuando hay exposición
posterior al parásito, el nivel de la infección sea suficientemente bajo
para favorecer la producción de estos anticuerpos protectores”, explica
Carlota Dobaño. "Este efecto se apreciaría sobre todo
en regiones con niveles moderados de transmisión”, añade. De manera
importante, estos resultados indican que los antígenos en cuestión podrían incluirse en futuras vacunas multivalentes, más eficaces.
Referencia bibliográfica:
Dobaño C, Ubillos I, Jairoce C, et al. RTS,S/AS01E immunization increases antibody responses to vaccine unrelated Plasmodium falciparum antigens associated with protection against clinical malaria in African children: a case-control study. 2019 August 14. BMC Med. doi: 10.1186/s12916-019-1378-6
Fuente: ISGlobal
No hay comentarios:
Publicar un comentario