10 dic 2009

Un proyecto con el mando de la Wii ayuda a personas con movilidad reducida a manejar un ordenador


José Miguel es una persona totalmente dependiente. La parálisis cerebral que padece le impide controlar de forma voluntaria cualquier parte de su cuerpo, excepto la cabeza, que puede mover de arriba hacia abajo. Desde hace apenas unas semanas, este chico del centro de Apace (Asociación de Padres de Personas con Parálisis Cerebral) tiene absoluta autonomía para manejar un ordenador y navegar por internet sin realizar más esfuerzo que dirigir los movimientos de su cabeza. Esto es posible gracias al Proyecto Wiimo, una tecnología desarrollada por dos alumnos de la Universidad de Burgos, Álvaro Arbaizar y Fernando Ibeas, como proyecto de fin de carrera.

“Estos estudiantes han demostrado el vínculo que puede establecerse entre lo científico y lo social”, comenta Beatriz Nuñez, directora del centro de Apace Burgos. “Lo habitual es que estos proyectos, por muy brillantes que sean, terminen archivados en una estantería. Pero el Wiimo tiene un destinatario claro que lo valida y lo dota de utilidad”, señala Pedro García Ortega, profesor de la Universidad y director del proyecto.

El Wiimo es un software que aprovecha las tecnologías inalámbricas del mando de la consola Wii y lo conecta, a través de infrarrojos y bluetooth, a una pegatina de aproximadamente un centímetro cuadrado y con un peso similar al de una cartulina. Esta pegatina se coloca en la parte del cuerpo que el usuario sea capaz de mover; puede ser una mano, un hombro o incluso un pie, ya que una de las principales ventajas del Wiimo es que no necesita que la pegatina esté frente al software, ni tampoco frente a la pantalla del ordenador. “Esto es importante para reducir el grado de fatiga de los chavales, ya que los fisioterapeutas del centro nos estaban advirtiendo del cansancio muscular de algunos de nuestros chicos debido a posturas forzadas ante las computadoras”, indica Beatriz.

La tecnología inalámbrica es la principal diferencia respecto a otros dispositivos que ya existían, y al no haber cables, no se sobrecarga al usuario con más peso. Asimismo, el Wiimo le permite desplazar el puntero por toda la pantalla y acceder a cada una de las ventanas sin necesidad de hacer click, porque basta con detenerse unos segundos en el icono al que se desea acceder.

Primeras aplicaciones

Por otra parte, tampoco es muy voluminoso, así que su transporte resulta sencillo. El primer perfil de aplicación del Wiimo han sido personas con parálisis cerebral que tienen una discapacidad motora muy alta, poseen inteligencia conservada y también restos de movilidad voluntaria, aunque sea mínima. Por ahora han sido dos alumnos del centro de Apace los que lo han probado: José Miguel y Lourdes, que sólo mueve ligeramente una mano, pero lo suficiente para manejar una silla de ruedas eléctrica y la pegatina del Wiimo.

En definitiva, este proyecto transforma la pantalla en una superficie táctil, pero por la que el cursor puede manejarse desde la distancia para adaptarse a una persona con movilidad reducida, ya que alguien en silla de ruedas, tiene que mantener cierta lejanía respecto al ordenador. El centro de Apace Burgos dispone ya de un Wiimo y sus creadores lo prueban ahora con todo tipo de programas para garantizar su correcto funcionamiento. También comprobarán que responde a las necesidades y expectativas de las personas con movilidad reducida.







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