La sonda Mars Express de la Estación Espacial Europea (ESA) muestra
imágenes de varias cadenas de cráteres de subsidencia de Marte en la
falda de uno de los mayores volcanes del Sistema Solar y, dependiendo de
cómo se hayan formado, podrían llegar a ser un lugar idóneo para buscar vida microbiana en el Planeta Rojo.
Según informa la ESA, estas imágenes, tomadas el 22 de junio de 2011, muestran las formaciones de Tractus Catena, en el cuadrángulo de Arcadia.
Esta
zona forma parte de la extensa región de Tharsis, en la que también se
encuentra un grupo de enormes volcanes, entre los que destacan los tres
conocidos como Montes de Tharsis. Al norte descansa el Monte Alba o Alba
Patera, uno de los volcanes más grandes del Sistema Solar en términos
de superficie y volumen.
Las fosas de Tractus Catena parten de la ladera sudeste del Monte Alba y están formadas por largas cadenas de depresiones circulares
que se extienden a lo largo de fracturas en la corteza marciana. Las
cadenas de cráteres de subsidencia podrían tener un origen volcánico. En
ocasiones, la colada de lava emitida por un volcán empieza a
solidificar en superficie, creando un tubo por el que continúa fluyendo
la lava fundida.
Cuando cesa la actividad volcánica, el tubo se
vacía, dejando tras de sí una cavidad subterránea. Con el paso del
tiempo, el techo de la cavidad puede llegar a derrumbarse, formando
depresiones circulares en la superficie del terreno. Estas cadenas
también podrían tener su origen en los esfuerzos internos de la corteza
marciana, que habrían dado lugar a largas depresiones paralelas
conocidas como fosas tectónicas. Con frecuencia, estas fosas están
asociadas con fenómenos de subsidencia.
Pero sin duda la hipótesis más drástica es la que apunta a la acción
de las aguas subterráneas. Estos profundos pozos naturales dejan sus
aguas al descubierto cuando se derrumba el techo de una cavidad de
origen kárstico.
Esta teoría es la más interesante desde el punto
de vista de la búsqueda de vida microbiana en Marte. Si los cráteres de
subsidencia son el resultado del colapso de cavidades subterráneas, estas formaciones también podrían haber protegido a ciertos microorganismos de las condiciones extremas de la superficie de Marte.
Si esta cadena de cráteres está asociada a un sistema de cuevas, en un futuro podrían servir de refugio a los astronautas que exploren Marte.
Independientemente de cómo se hayan formado, estas cadenas de cráteres
de subsidencia ilustran una vez más las múltiples similitudes entre los
procesos geológicos de Marte y de la Tierra y proponen interesantes
objetivos para las futuras misiones de exploración.
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