Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones
Oncológicas (CNIO), liderados por Sagrario Ortega, directora de la
Unidad de Transgénicos, han creado ratones en los que se puede ver por
primera vez en vivo el crecimiento de los vasos linfáticos a medida que
progresa una metástasis y qué ganglios están a punto de ser invadidos
por las células tumorales. Los ratones utilizados en el trabajo, que se
publica en «Proceedings of the National Academy of Sciences» (PNAS),
parecen normales a simple vista pero tiene genes que producen proteínas
que emiten luz y que se expresan en las paredes de los vasos
linfáticos.
Una de estas proteínas es la luciferasa,
responsable de que las luciérnagas emitan luz, y la otra es la proteína
fluorescente verde de la medusa Aequorea victoria. Ambos marcadores se
utilizan para «iluminar» diferentes procesos biológicos. Gracias a ellas
ahora los vasos linfáticos se hacen visibles y pueden emitir luz con
una intensidad mayor cuando proliferan alrededor de las células
tumorales. La luz emitida es captada por una cámara especial que permite
visualizar por primera vez en ratones vivos el
crecimiento de los vasos linfáticos a medida que progresa el tumor,
explica Sagrario Ortega, responsable de este trabajo que constituye la
tesis de la investigadora Inés Martínez-Corral.
También es la primera vez que la luciferasa se mete en
vasos linfáticos y que su proliferación se detecta «in vivo», resalta
Ortega. Con esta técnica se pueden visualizar también los ganglios
linfáticos «y ver la señal que emiten en condiciones normales, y
posteriormente, al inyectar al ratón células tumorales».
Las células tumorales producen señales que inducen la
formación de vasos linfáticos en la periferia del tumor y en los
ganglios y esto facilita, por un mecanismo hasta ahora poco comprendido,
la diseminación de las células cancerígenas y la formación de
metástasis. «Estos procesos se detectan en nuestros ratones por un aumento en la emisión de luz y
en una etapa muy temprana, incluso antes de la invasión de los ganglios
por las células tumorales. Por eso estos ratones transgénicos
proporcionan una valiosa herramienta para el estudio de la inflamación y
la metástasis y para el desarrollo de nuevas terapias
antimetastásicas», explica Ortega.
Para algunos tumores, como el melanoma o el carcinoma de
mama, es muy importante la vía linfática para la generación de
metástasis. Pero la relación entre la formación de nuevos vasos
linfáticos y la diseminación del tumor está muy poco estudiada. Estos
nuevos ratones transgénicos ya están siendo utilizados para buscar
marcadores que sirvan para identificar los tumores que generan más
metástasis por la vía linfática, así como para investigar cómo bloquear
este proceso de diseminación tumoral por medio de fármacos.
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